México, 27 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Protegido por sus «instituciones» particulares, el Instituto Nacional Electoral (INE) y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), el grupo criminal aliado del PRI rumbo al fraude electoral de 2018 y al que se avecina en Chiapas, el «Partido Verde Ecologista de México» (PVEM) continúa con su orgía de delitos y violaciones a cualquier ley que le pongan en frente.
Ahora en el municipio de Suchiate, se descubrió una camioneta cargada con despensas que incluía propaganda de ese grupo criminal.
De acuerdo con el diario Reforma, los hechos ocurrieron el pasado viernes en el Ejido La Libertad, cuando un grupo de pobladores detectaron a los tripulantes del vehículo tipo Pick-up mientras repartían bolsas llenas de comestibles, así como la propaganda impresa del PVEM.
Los pobladores interceptaron la unidad y retuvieron a los operadores «verdes».
Según fuentes anónimas consultadas por el rotativo, las despensas habrían sido enviadas por Matilde Espinoza Toledo, quien es candidata del «Partido Verde» a la Alcaldía de esa localidad rumbo al fraude electoral del próximo 19 de julio en la entidad. Espinoza Toledo es cuñada del actual «edil», Javier Cruz Aguilar, también abanderado de la mafia «verde».
Tras realizar la denuncia, elementos de la Gendarmería (PF) y policías estatales acudieron al sitio donde pobladores retenían al chofer del vehículo, Ricardo Escobar Ovando, quien tripulaba la camioneta con placas DC27452 del estado de Chiapas. El sujeto fue puesto a disposición del ministerio público, acusado de delitos electorales y usándolo de chivo expiatorio mientras el PVEM sigue delinquiendo a placer.
Tanto la camioneta como las despensas, fueron incautadas por la Procuraduría General de Justicia de Chiapas.
El reparto masivo de despensas en el sureste es la «técnica» de compra de votos favorita del criminal PVEM. Desde marzo pasado se descubrió una operación de compra de votos con despensas disfrazadas de «apoyos», financiada con recursos públicos triangulados a una fundación presidida por Jorge Emilio González Martínez, hijo del fundador del PVEM.
La operación ilegal consistía en entregar los apoyos a un «padrón de beneficiarios», a quienes se les exigía su credencial de elector a cambio de las despensas y se les obligaba a votar por el «Verde» para «no perder los apoyos».
En mayo, el INE ordenó al PVEM cesar estas operaciones, detectadas en varias comunidades de Cancún, Quintana Roo, sin embargo el grupo criminal, fiel a su estilo, desacató la orden como en otros tantos casos.
¿Le retiraron el registro al «partido» frente a su formales desafíos a las leyes electorales mexicanas? Por supuesto que no. Las leyes no aplican para los criminales que se roban el poder. Sólo le impusieron una «multa» simuladora que además le rebajaron meses después, para que el PVEM pudiera seguir derrochando el dinero de todos los mexicanos en sus delitos.
El fraude en Chiapas y el de 2018 está más que garantizado. Sugerimos a los militantes de Morena que creen ingenuamente que les «respetarán el voto» en 2018, dejar de chuparse el dedo y sumarse a los movimientos de rebelión no violenta para realmente cambiar las cosas DESDE AHORA MISMO.
Con información de Reforma