México, 1 de septiembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La empresa alemana de armas Sig Sauer, que fabricó una pistola calibre 9 milímetros utilizada en el homicidio de la activista chihuahuense Marisela Escobedo en 2010, enfrenta un juicio criminal en su país por su responsabilidad en dicho crimen cometido en México.
¿Y acá? El asesino confeso está libre risa y risa, junto con su jefes.
De acuerdo con el portal Regeneración, el activista alemán Jürgen Grässlin presentó una denuncia contra la empresa dedicada al negocio de asesinar –fabricación de armas– luego de que el imputado en el asesinato, José Enrique Jiménez Zavala alias «El Wicked», confesara su participación en el homicio de la defensora de derechos humanos Marisela Escobedo Ortiz, perpetrado en la capital de Chihuahua.
Dado que una de las armas utilizadas para balear y matar a la activista, fue fabricada por la empresa germana Sig Sauer, el activista Grässlin consideró que la fábrica tiene responsabilidad en el homicidio. Además el arma llegó a México ilegalmente, por lo que de acuerdo con información del servicio de Radiodifusión Internacional de Alemania, Deutsche Welle (DW), Sig Sauer enfrenta cargos criminales por la exportación ilegal del armamento.
DW abundó en la información reseñando la importancia del activismo de Marisela Escobedo, de 52 años, quien se convirtió en una destacada luchadora social en Chihuahua después de que Sergio Barraza Bocanegra, su yerno, confesara haber asesinado a su hija Marisol Rubí Fraire Escobedo, de 16 años. Pese a ello, el asesino confeso fue absuelto por los jueces Catalina Ochoa Contreras, Netzahualcóyotl Zúñiga Vázquez y Rafael Boudid.
Los falsos jueces argumentaron «no haber encontrado elementos de prueba» para sentenciar al presunto asesino, miembro de Los Zetas, por lo que ordenaron su libertad. Claro, estos cómplices de criminales nunca encuentran pruebas de nada. El hecho de vestir la toga y erigirse en jueces, traicionando su mandato social, los convierte en peores delincuentes que los propios asesinos a los que absuelven, protegen y solapan.
Marisela Escobedo emprendió una serie de movilizaciones tras la liberación del asesino de su hija, ejecutada en enero de 2009 en Ciudad Juárez. Siete meses más tarde, mientras Escobedo mantenía un plantón en la plaza Hidalgo junto a Palacio de Gobierno, un sujeto se le acercó y la amagó con una pistola, la escuadra Sig Sauer 9 mm.
Escobedo logró zafarse de su captor y corrió algunos metros hacia el Palacio de Gobierno, pero el agresor, todavía cerca de ella, le disparó a corta distancia asesinándola en el lugar.
El 7 de octubre de 2012, Jiménez Zavala «El Wicked» confesó haber asesinado a Marisela Escobedo: “Fui responsable de privar de la vida a la señora Escobedo por órdenes que yo tenía de la organización a la que yo pertenezco (La Línea)”. Posteriormente, Jiménez fue ejecutado por su compañero de celda cuando se encontraba sujeto a proceso por el homicidio de la activista y había recibido una sentencia de prisión vitalicia por el crimen de 16 personas dentro de un bar de la ciudad de Chihuahua, el 20 de abril del 2012.
Juan Fraire Escobedo, hijo de Marisela Escobedo Ortiz, denunció, sin embargo, que El Wicked no era el homicida, acusando directamente a Andy Barraza Bocanegra, hermano de Sergio –asesino confeso de Rubi Marisol Freire y muerto en un operativo militar–, quien presuntamente los amenazó varias veces, incluso en El Paso, Texas, donde se refugió con otros familiares.
Con información de Regeneración
