Redacción La Jornada
El virus del chikungunya llegará a México, ya que países vecinos como El Salvador y Estados Unidos ya cuentan con casos autóctonos, así lo afirmó Pablo Kuri Morales, subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud de la Secretaría de Salud federal (SSA), durante la Primera Reunión del Virus del Chikungunya realizada ayer en Guadalajara.
“Tener el virus en México será un gran reto y una gran oportunidad y tendremos que estar preparados”, explicó el subsecretario. Por ello, el objetivo de la reunión fue fortalecer las capacidades del personal operativo, para que realicen una adecuada vigilancia epidemiológica, diagnóstico de laboratorio, atención médica y control del vector.
Kuri Morales también señaló que se luchará contra una gran enfermedad, no novedosa para el mundo, pero sí para el continente americano. Actualmente, se han contabilizado “más de cinco mil casos en el continente, más de 600 casos en el macizo continental, la mayoría en las islas del Caribe, y dos países con circulación autóctona: Estados Unidos y El Salvador con ocho reportados”.
Por sus parte el secretario de Salud de Jalisco, Jaime Agustín González Álvarez, comentó que se estará en vigilancia para identificar si existe algún caso sospechoso con síntomas de esta enfermedad. Añadió que se siente orgulloso de Jalisco por el “sistema de vigilancia epidemiológica que tenemos y que se ha evidenciado a través de los años, una muestra de ello es la confianza que se nos confiere el día de hoy, al ser sede de un evento tan importante a nivel nacional”.
Hasta el momento, en América se han confirmado 5 mil 260 casos del virus del chikungunya autóctonos en 29 países, 643 casos importados en 26 países; y 26 defunciones, según datos de la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
En México, sólo se ha presentado un caso importado y es correspondiente a Jalisco.
¿Qué es el chikungunya?
El chikungunya es una enfermedad viral transmitida a los seres humanos por mosquitos infectados. La enfermedad fue descrita por primera vez durante un brote en el Sur de Tanzania en 1952 y, actualmente, se le ha identificado en Asia, África, Europa y, desde finales de 2013, en América.
Los síntomas comienzan generalmente entre los cuatro y ocho días después de la picadura del mosquito, pero pueden aparecer en cualquier momento entre el día dos y el doce. Los síntomas incluyen fiebre, a menudo acompañada con dolor de articulaciones, dolor muscular, dolor de cabeza, náuseas, fatiga y erupción cutánea.