México, 12 de octubre 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Lo hemos denunciado en este medio alternativo un sinfín de ocasiones: la ONU, la OMS, la FAO y demás organizaciones internacionales dedicadas a «velar por la salud de la humanidad», son simples filiales de Coca cola, Pepsico, Nestlé, Bayer, Phillip Morris y demás trasnacionales ASESINAS. Nunca se han enfrentado realmente a ellas ni lo harán, pese a que cada año millones de personas mueren de padecimientos relacionados con el uso y consumo de sus productos. Ninguna institución «oficial» existe para proteger a la humanidad. Por el contrario, fueron creadas como pantalla precisamente por las grandes corporaciones explotadoras, saqueadoras y destructoras del planeta.
En tal sentido, la agencia Proceso informó que las monstruosas trasnacionales The Coca-Cola Company y PepsiCo Inc, ambas con sede en Estados Unidos, sobornaron a diversas organizaciones de salud y usaron redes de cabildeo para impedir que se aprobaran 29 leyes que afectarían sus negocios, sólo entre 2011 y 2015.
Citando un reporte de la revista American Journal of Preventive Medicine, Proceso detalló que los sobornos fueron entregados en forma de «donativos» y «financiamiento filantrópico», práctica muy común de las grandes corporaciones para lavarse la cara y aparecer como «humanitarias», mientras se enriquecen enfermando y matando a millones de personas en todo el mundo.
Entre las organizaciones que aceptaron las donaciones para cesar su activismo e incluso hacer promoción de Coca Cola y Pepsico, se encuentran la Asociación Americana para la Diabetes y la Fundación para la Investigación sobre Diabetes Juvenil, la Asociación Americana de Medicina, la Cruz Roja de EE.UU., la Sociedad Americana para la Nutrición, el Centro para la Integridad Alimenticia e incluso la Federación Hispánica o la organización Save The Children. La última abandonó repentinamente la promoción del impuesto a los refrescos —medida inútil de cualquier manera—, tras recibir más de 5 MILLONES DE DÓLARES de Coca Cola Company y PepsiCo Inc. en 2009.
Lanzando cañonazos millonarios de billetes, Coca-Cola y PepsiCo combatieron 29 leyes –federales y locales–, entre las cuales 12 establecían un impuesto sobre los refrescos, tres regulaban la publicidad, ocho establecían que los etiquetados contengan información sobre la presencia de organismos transgénicos, cuatro legislaban sobre regulaciones de programas de asistencia de nutrición y una fijaba una cantidad límite por porción.
La mortal industria refresquera habría invertido unos 39 MILLONES DE DÓLARES en 2009 para impedir que se aprobara la ley federal sobre el impuesto a refrescos. Entre 2011 y 2014, Coca-Cola invirtió más de 6 MILLONES DE DÓLARES anuales en acciones de «lobbying» (cabildeo para influir en las decisiones legislativas) y PepsiCo no se quedó atrás, «aportando» unos 3 MILLONES DE DÓLARES a su causa asesina.
Según el estudio citado por Proceso, 12 de las 96 organizaciones recibieron dinero de ambas multinacionales; otras 83 aceptaron «donaciones» de Coca Cola y solamente una tuvo financiamiento de PepsiCo.
Evidentemente, las agrupaciones que aceptan dinero de estas empresas se ven posteriormente impedidas a denunciar los delitos de las mismas, e incluso adquieren una tendencia subconsciente a favorecerlas y defenderlas. Claro, consecuencia lógica de la CORRUPCIÓN.
En el estudio se citan las cifras del año 2009 sobre consumo de refrescos, hasta 174 litros por persona, y su correlación en la incidencia de enfermedades como la obesidad y la diabetes, cuyos tratamientos implican un gasto de 190 MIL MILLONES DE DÓLARES anuales, es decir, uno de cada cinco dólares que el país gasta en salud cada año.
Siete de cada diez ciudadanos estadounidenses tienen sobrepeso y uno de cada tres es obeso. En México, primer lugar mundial en consumo de Coca Cola incluso por encima del vecino país del norte, al menos 52 por ciento de la población padece sobrepeso. El costo por atender padecimientos derivados de la obesidad ascendió a 101 MIL MILLONES DE PESOS en 2015.
La única manera de frenar esta epidema no puede ser más obvia: DEJAR DE CONSUMIR LOS VENENOS DE COCA COLA Y PEPSICO. DEJAR DE ENRIQUECER A EMPRESAS CRIMINALES CUYO ÚNICO OBJETIVO EN ESTE MUNDO ES ENRIQUECERSE A COSTA DE LA ENFERMEDAD, SUFRIMIENTO Y MUERTE DE MILLONES DE PERSONAS.
Con información de Proceso