México, 5 de noviembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Una delegación de 75 atletas mexicanos que participaron en los Juegos Mundiales de los Pueblos Indígenas en Brasil, regresó esta semana a nuestro país luego de una cosecha de triunfos inesperados, prácticamente sin apoyo «gubernamental» e ignorados por los medios de comunicación.
De acuerdo con la agencia Proceso, dichos juegos mundiales reunieron a grupos étnicos de 28 países del mundo. Por lo menos 10 de nuestros compatriotas de origen tarahumara, obtuvieron primeros lugares en carreras de velocidad y cuarto lugar en costado de fuerza.
Entre ellos, destacó el joven Mateo González Bautista, de 27 años, quien obtuvo el segundo lugar en la carrera de 8 kilómetros 400 metros, apenas segundos atrás del campeón Silvino Cubésare Químare, también mexicano y también tarahumara. Es la primera vez que Mateo participa en este tipo de competencias.
Refiere el citado medio que los indígenas participantes recibieron modestos apoyos de la Comisión Nacional para el Desarrollo de los Pueblos Indígenas (CDI). En el caso de los tarahumaras, también fueron apoyados por el desgobierno estatal y por la Unión Ganadera Regional del Norte.
En el caso de los tarahumaras, conocidos originalmente como rarámuris –«gente de pies ligeros»–, se destacan precisamente por su velocidad y resistencia. La delegación rarámuri fue integrada por 10 atletas y el profesor Francisco Lara Carreón, presidente de la Asociación Estatal de Juegos y Deportes Autóctonos.
El equipo femenino lo formaron Irma Chávez, Lourdes Bustillos, Silvia Castillo Ramírez, Macedonia Chávez, Pilar Bustillos y la maestra Esmeralda Gutiérrez López, quien compitió en la modalidad de jalar la cuerda o fuerza de cuerda. El masculino fue integrado por Carlos Andrés Fierro, Mateo González, Silvino Cubésare, Francisco López y el profesor Erasmo Nava Juárez, arquero y también atleta.
La experiencia para estos atletlas mexicanos, según refiere Proceso, fue de triunfo deportivo por encima de las expectativas. Sin embargo, la gran aventura se vislumbra como un oasis en el tremendo caos del diario vivir en sus comunidades, a las que volvieron ante la más helada indiferencia de los «medios» mexicanos.
Proceso señala que estos atletlas y sus congéneres enfrentan día con día jornadas de trabajo extenuantes, violencia, injusticias y la constante criminalización de su lucha por la defensa de sus tierras.
Francisco López, abogado de 31 años originario de Norogachi, municipio de Guachochi, quien participó en la carrera de más de 8 kilómetros y en la demostración de la carrera de bola, denuncia que los rarámuris enfrentan todo tipo de injusticias por falta de información.
“La experiencia, por ejemplo en Guachochi, es que hay muchos indígenas que tienen sentencias máximas porque no tuvieron una defensa legal adecuada”, dijo entrevistado por el medio aquí citado.
Actualmente, los rarámuri sobreviven en las condiciones más brutales de pobreza en el país. La crisis alimentaria que enfrentan año con año durante las largas épocas de sequía, es agravada por la falta de «políticas» para atender sus necesidades de manera integral.
Con información de Proceso
