Karen Meza Pestaña
La Jornada
Maurilio Rosas Morales, presidente de la organización Eco–Tuzuapan, denunció que, a siete años de que la cementera Cruz Azul se asentara en el Valle de Tecamachalco, los pobladores han presentado enfermedades como el cáncer, además de que existe una grave contaminación del aire, el agua de riego y el campo.
La firma, ubicada en el municipio de Palmar de Bravo, se instaló el 23 de marzo de 2007, y a la fecha, aseguró Rosas, se desconocen los estudios de impacto ambiental por parte de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat), porque tanto la empresa como la dependencia federal no han dado un informe, aunque lo ha solicitado la organización por escrito; sin embargo, aclaró que hay una grave contaminación al suelo, la cual está afectando a los cultivos.
El líder campesino señaló que en el mes de enero de 2007 se firmó el “Acuerdo de Concertación”, dónde participaron el gobierno del estado de Puebla, delegaciones federales y los gobiernos municipales de Quecholac, Tecamachalco y Palmar del Bravo para mantener la reserva ecológica de monte “El Monumento”.
Rosas indicó que el acuerdo no se ha respetado, por ejemplo, la Comisión Nacional del Agua no ha realizado una inspección a la planta tratadora de agua que administra la empresa, la cual proporciona aguas negras para los cultivos de cebolla, cilantro, lechugas y jitomate, entre otras hortalizas que se producen en la zona.
Otra de las promesas incumplidas, dijo, fue la rehabilitación de la clínica de salud, la cual tenían como objetivo atender a quienes padecieran males respiratorios y de piel, relacionados con la explotación de los cerros para la producción de cemento.
“El hospital solamente tiene un doctor para atender a más de ocho comunidades. No existe un compromiso de la empresa que dijo que la equiparía. Hay casos de mujeres con cáncer que no se atienden por falta de equipo, hace 10 años no padecíamos de ese tipo de enfermedades. El gobierno estatal también nos quedó a deber con el personal médico, cuando ocurre algo de gravedad tenemos que ir a un hospital particular”, agregó.
La cementera Cruz Azul es propietaria de 575 hectáreas del Valle de Tecamachalco, de las cuales 243 se encuentran dentro de la reserva de la biósfera Tehuacán–Cuicatlán; la empresa solo solicitó permiso a las autoridades federales para realizar trabajos en 195 hectáreas, que están fuera del área protegida de la reserva de la biósfera.
Rosas Morales hizo un llamado a las autoridades a atender la zona, a la empresa le pidió respetar la reserva, luego de que se ha terminado con los siete pozos de agua que abastecían a la población: “Los pozos se secaron totalmente y ahora los habitantes tienen que comprar pipas y conseguir agua a varios kilómetros de distancia”.
Reforestar para heredar
Ayer en la mañana un centenar de pobladores, campesinos y ambientalistas iniciaron la campaña de reforestación, en la cual se plantaron 300 árboles en las lomas de La Brecha y La Peña, las cuales corresponden a la junta auxiliar de San José Tuzuapan, Quecholac.
Al menos cinco camionetas, propiedad de los ejidatarios, sirvieron de transporte para niños y padres de familia, quienes cargaron únicamente una pala, además de cubeta para sembrar su fresno al lado de los cultivos de maíz y frijol.
Antes de iniciar con la plantación, la comunidad se comprometió a cuidar el árbol y regarlo cotidianamente: “Esta será una reserva ecológica para los infantes; como comunidad tenemos que dejar una cultura para cuidar al medio ambiente y el campo, que es la fuente de ingreso de todos nosotros”, expuso Maurilio Rosas.
Los pobladores acordaron regresar cada tercer día para regar su plantío, con el objetivo de que crezca, como ocurrió con los que se encuentran en el monte de La Virgen, sembrados por los integrantes de Eco–Tuzuapan en 2012 y 2013.
La reserva ecológica del cerro del Monumento podría tener en cinco años 5 mil 500 árboles por las jornadas de reforestación de la organización.
