México, 17 de enero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Pese al auge que ya tienen las redes sociales como herramienta de difusión informativa, la creciente aparición de medios independientes y la difusión de estrategias para boicotear al dupolio televisivo, el imperio criminal de Emilio Azcárraga –Grupo Televisa– se hace más fuerte mantenido por millones de mexicanos que siguen sometidos y enviciados con su programación basura.
Una nota del digital El Economista del pasado 13 de enero, reveló que la televisora tuvo ingresos por más de 19,829.7 millones de pesos durante el último trimestre de 2014, esto es, 5.7% más en comparación con el mismo periodo del 2013, sólo por concepto de ventas (publicidad). Ello significa que la lucha en las redes por nulificar a este monstruo de manipulación y control mental está siendo claramente insuficiente.
Por si fuera poco, el emporio de Azcárraga sigue creciendo con la cooptación del mercado de televisión de paga, en el que Televisa ya controla el 66%. Durante el mismo periodo de 2014, según cifras del citado diario, las compañías de televisión por cable propiedad de Televisa le reportaron ingresos por 4,483.1 millones de pesos. Ese monto millonario, sumado a las ganancias generadas por su empresa de telecomunicaciones Bestel, reportan un total bruto de 5,426.2 millones de pesos.
Con la reciente adquisición de Telecable, la empresa apuntala su condición dominante en el mercado de embrutecimiento, desinformación y manipulación mental. Tras adueñarse de Cablevisión Red, cuyo nombre comercial es Telecable, Grupo Televisa finalmente logró meterse en el occidente y lograr presencia en cuatro de las cinco regiones del país.
A la monstruosa Televisa sólo le faltaría disponer de una cablera que cubra la región sur-sureste para tener el control casi absoluto en todo el país del segmento del cable. Con Cablevisión de Monterrey, la televisora acapara la región norte y noreste; con Cablevisión, el centro; con Cablecom al Bajío y ahora con Telecable, al occidente.
Esta estrategia de compra de empresas, además de permitirle evadir cada vez más impuestos a través del criminal régimen de consolidación fiscal, va encaminada a fortalecer su nuevo proyecto llamado «Izzi Telecom», con el que busca rapiñar junto con el Slim el mercado del «triple play» (telefonía, televisión e Internet). En ese sentido, la mal llamada «reforma» a la ley de telecomunicaciones –cortesía de sus empleados del PRI y AN– le ha dejado la mesa puesta para consolidar su monopolio embrutecedor.
“La estrategia de Grupo Televisa está siendo la de fortalecer a Izzi en todas las regiones; ha quedado claro que le interesa fortalecerse en el segmento de los contenidos y la entrega de éstos. Y mientras el artículo 9 transitorio de la ley de telecomunicaciones le permita esto, ella podrá seguir con su estrategia”, refiere Andrés Audiffred, analista de Bx+ citado por El Economista.
En ese sentido, conviene aclarar que la intención de Televisa no es competir con el saqueador más rico del mundo, como pretenden hacerlo parecer, sino compartir con éste el gran mercado que es el cretinismo de los mexicanos, con beneficio para ambos imperios. La contrarreforma al sector de la radiodifusión y las telecomunicaciones del 2013 –que nadie hizo nada por impedir pese al brutal entreguismo que representó– y su «ley» reglamentaria, permiten a una empresa de ambos mercados a consolidarse, por ejemplo, vía la adquisición de competidores, mientras exista otro actor con la denominación de agente económico preponderante. Casualmente, en fechas recientes América Móvil fue declarada como «agente preponderante» en el sector por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), creado para proteger los intereses de Slim y Azcárraga mientras simula que funge como «mediador salomónico» entre ambos criminales.
Tras el «dictamen» del IFT, Slim anunció la venta activos (empresas satélite) de su mina de oro AMX. Sin embargo, hasta el momento no se ha reportado alguna venta concreta de América Móvil y en cambio el magnate de origen libanés obtuvo ganancias millonarias en la bolsa, recuperando en cuestión de días el primer lugar de los más ricos del mundo que había perdido ante Bill Gates.
Así, queda claro que el pastelote de las telecomunicaciones siempre ha sido repartido entre unas cuantas manos, con Slim y Azcárraga acaparando siempre la mayor parte mientras simulan una falsa competencia.
Por desgracia, millones de mexicanos siguen enriqueciendo a esos dos marranos en perjuicio de su propia salud mental. Según cifras del IFT, el negociazo de la TV de paga, por cable, satelital o microonda, llegó a 15.4 millones de suscriptores en el país tan solo durante 2014. Esos millones de incautos, engañados con la farsa de que «la televisión de paga es mejor que la abierta» (no se enteran que son lo mismo: Televisa), enriquecieron a las cableras con de 37,725 millones de pesos entre enero y septiembre del 2013. Desde luego, Televisa se llevó la mayor parte.
El propio Azcárraga presume las ganancias que su «juguetito» llamado Sky, embrutecimiento por televisión satelital, le generó gracias a millones de teleadictos. En los últimos tres meses del año pasado, los consumidores de telebasura a través de Sky enriquecieron al hijo del «Tigre» con 4,476.8 millones de pesos, un incremento de 9.5% respecto del mismo periodo en el año anterior.
Un panorama desalentador en la lucha por eliminar a uno de los poderes fácticos que tienen sumido al país en la miseria, la ignorancia y la indignidad.