México, 3 de mayo 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Desde que el asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, usurpó la Presidencia de México en diciembre de 2012, la economía de México ha pérdido posiciones entre 186 países medidos por el monto de su Producto Interno Bruto (PIB), según cifras del Fondo Monetario Internacional.
De esta manera, gracias al vendaval de «políticas» neoliberales que agudizaron la desigualdad, nuestro país registrará su peor lugar desde 1996 entre las economías del mundo, al ubicarse en el lugar 16, esto es, una caída de 3 lugares desde la usurpación peñista.
Citando cifras del FMI -principal impulsor, por cierto, de las contrarreformas causantes del desastre en México-, el portal Revolución 3.0 informó que el PIB nacional tendrá una reducción de 987 mil millones de dólares, derivada de la pobre previsión de crecimiento inferior al 2 por ciento estimada por el fondo.
En lugar de revertir las contrarreformas, fortalecer el mercado interno y reimpulsar el desarrollo de la petroquímica y refinación, el FMI recomendó a México «perseverar en la consolidación fiscal» y seguir fortaleciendo «la confianza en los mercados».
¿Qué significan esas recomendaciones del brutal FMI? «Consolidación fiscal» quiere decir IMPONER MÁS IMPUESTOS, léase IVA en alimentos y medicinas, para que el pueblo siga pagando el saqueo. En cuanto a «fortalecer la confianza en los mercados», el FMI se refiere exactamente a lo contrario: reducir impuestos a los «inversionistas» y otorgarles más privilegios para que sigan llegando a saquear.
Podría pensarse que ocupar el lugar 13 o el 16 de 186 economías no está nada mal. El problema de esa medición radica en que no considera la brutal desigualdad imperante en el país, donde 8 sujetos concentran casi toda la riqueza generada por la población. Si México, pese a los abusos y la corrupción, aún está dentro de las 20 economías más importantes, es gracias a su pueblo trabajador, «aguantador»… e indigno, que prefiere seguir esclavizado a liberarse y obtener una justa retribución por su trabajo.
Peña ha estado cumplimentando a pie juntillas los mandatos del FMI y del Banco Mundial. A principios de este año, anunció la implementación de una «política de repatriación de capitales» que consiste en condonar impuestos a quienes se han llevado su riqueza de México, para que vuelvan a «invertirla» en actividades productivas en nuestro país.
Es decir, Peña ofreció premiar con más privilegios fiscales a los voraces saqueadores extranjeros que llegan con su dinero a explotar al pueblo, y después se llevan su «inversión» duplicada o triplicada tras haber saqueado nuestros recursos naturales y humanos.
En su momento, gente muy ignorante y desinformada volvió a darle el beneficio de la duda al asesino de Atenco -pese a todos los engaños, traiciones y daño que ha causado a los mexicanos-, interpretando esa «política» precisamente como «algo positivo por el regreso de los capitales a nuestro país». Pues ahí tienen los resultados: México sigue perdiendo lugares entre las economías mundiales, pero eso sí, los abusivos magnates mexicanos de siempre y las criminales trasnacionales son cada vez más ricos.
¿Despertará algún día este pueblo saqueado, vejado y explotado, para liberarse?
Con información de Revolución 3.0
