México, 2 de junio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- El analista financiero Enrique Galván Ochoa, autor de la columna «Dinero» en el diario La Jornada, reveló ayer en dicho espacio que el asesino de Atenco Enrique Peña Nieto, está incrementando la deuda pública de México en UN BILLÓN DE PESOS cada año.
De seguir la tendencia y si los mexicanos no reaccionan para derrocarlo YA, el sujeto habrá endeudado al país más que cualquier otro régimen usurpador en la historia, incluyendo los del genocida Felipe Calderón Hinojosa o incluso el de José López Portillo, que ya es demasiado decir.
Galván Ochoa señala que la deuda del «gobierno», hasta antes que Peña lo usurpara, era de 5 billones 890 mil millones de pesos. Dos años y cinco meses después, las cifras oficiales reportan 7 BILLONES 755 MIL MILLONES 800 MIL PESOS y contando. Esto significa que el asesino de Atenco está endeudando a los mexicanos a razón de UN BILLÓN DE PESOS por cada año que se mantiene usurpando el poder.
Según el propio régimen, la caída en los precios internacionales del petróleo que ha causado un desplome en los ingresos que Pemex entregaba a la nación, es la causa principal de ese gigantesco endeudamiento anual. Entre enero y mayo, las utilidades de la petrolera mexicana se ubicaron en 305.8 mil millones de pesos, un desplome brutal de 40.6 por ciento respecto del mismo periodo de 2104.
No obstante, pese a que el pretexto perfecto ha sido la «volatilidad» en los precios del crudo a nivel mundial, Pemex también reportó una baja en la producción de petróleo y gas durante los primero cinco meses de 2015, equivalente al 8.9 por ciento respecto de lo producido el año pasado. ¡Claro! Con la rapiña de nuestras reservas en las rondas cero y uno de la brutal contrarreforma energética, ahora las ganancias que serían para los mexicanos van a parar a los bolsillos de las trasnacionales. Súmese además la estrategia subrepticia que desde hace décadas se viene llevando a cabo para quebrar silenciosamente a la paraestatal y justificar su privatización.
Como hemos dicho en este medio, coincidiendo con Galván Ochoa, no es Grecia, ni los anuncios de la Reserva Federal de Estados Unidos, ni lo demás que pase o deje de pasar en el resto del mundo. Es la inoperancia deliberada del actual régimen usurpador, empeñado en favorecer a la oligarquía que lo impuso a costa de la quiebra económica nacional.
A los manejos claramente dirigidos a sostener y ampliar los privilegios de esa monstruosa y parásita oligarquía, súmese el oneroso «gasto corriente» para mantener a la «clase política» y demás vividores que integran la farsa institucional del sistema de gobierno en México. De pilón, añádanse las corruptelas, contratos millonarios a parientes, compadres y amigos de los criminales en el poder, las mansiones, los «aviones», los viajes de shopping de la familia espuria y demás lujos y excentricidades que el pueblo mexicano paga a costa de su «trabajo por México».
Lo peor de todo es que los reponsables de ese saqueo y el criminal endeudamiento en que están sumiendo a México, ni siquiera deberían estar donde están en primer lugar. Por tanto la culpa es del pueblo por haber permitido su imposición, por seguirlos manteniendo año con año y, frente a estas atrocidades económicas y físicas, seguir postrado frente a la televisión sin reaccionar.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO.»
Con información de La Jornada
