México, 3 de julio 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Todo apunta a un inminente desastre económico para México, con pobre o nulo crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), devaluación imaparable del peso y por lo tanto mayor inflación, así como el endeudamiento más alto en la historia de este saqueado país. Y todo por cortesía de un régimen usurpador que se instaló frente a la complacencia del pueblo, más pendiente de las estupideces de la televisión que de sus propios intereses.
El diario Reforma informó hoy que el sector privado volvió a recortar las estimaciones de crecimiento económico del país, pero ahora incluso hasta 2017, lo que vaticina otros dos años de «vacas flacas» para el pueblo, recortes a los pocos sectores de servicios públicos que quedan, pero eso sí, recursos del pueblo a manos llenas para los usurpadores y sus contratistas trasnacionales consentidos.
Encima, cada vez más voces alertan sobre la brutal devaluación que se avecina, con el dólar libre alcanzando los 17 pesos en un escenario de inevitable aumento inflacionario.
Según el citado diario, los especialistas en economía del sector privado anticipan que este año el PIB puede avanzar 2.60 por ciento contra el 2.66 que se había pronosticado en mayo. Con esto suman 10 RECORTES A LA BAJA PARA EL PRONÓSTICO DEL PIB ubicándose en su peor cifra desde que se tiene registro de la proyección en el Banco de México (Banxico).
Asimismo, detalla Reforma que se recortaron las previsiones del crecimiento del PIB para 2016 y 2017 de 3.32 y 3.75 a 3.20 y 3.66 por ciento, respectivamente.
En cuanto al tipo de cambio frente al dólar, las expectativas sobre los niveles esperados a finales de 2015 y 2016, aumentaron respecto de la encuesta presentada por Banxico a especialistas en mayo, con un peso más débil para lo que resta de 2015.
El pasado 9 de junio, el sector industrial mexicano confirmó versiones de analistas sobre una escalada en la «depreciación» del peso frente al billete verde, que podría alcanza un valor de hasta 17 pesos por unidad. En ese sentido, los empresarios del sector alertaron sobre el riesgo que corre la estabilidad financiera de la industria y el resto de la economía nacional.
Tanto la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin) como la Cámara Nacional de la Industria de la transformación (Canacintra), coincidieron en el pronóstico devaluatorio de nuestra moneda y, derivado de la estimación, vaticinaron que la inflación se verá disparada por la debilidad del peso mexicano.
En efecto, el único pronóstico a la alza presentado por los especialistas encuestados por Banxico fue el de la inflación. Se espera que para 2015, el índice inflacionario general cierre en 2.91 por ciento, mientras que para 2016 se pronostica un ascenso meteórico de 3.36 y hasta 3.40 por ciento.
¿Qué significa un aumento en la inflación? Aumento en los precios de productos y servicios a la población. México importa más de la mitad de los alimentos que consume –cortesía de treinta años de «políticas» neoliberales– así como otro tanto de combustibles, materias primas y otros insumos. El aumento en el costo del dólar no es absorbido por los importadores, industriales y distribuidores. Todo aumento en los costos, incluyendo impuestos, es trasladado al consumidor en el precio final.
En un país con un salario raquítico, el más bajo de toda América Latina y uno de los más bajos del mundo, sumido en el desempleo y nulas expectativas de crecimiento, el aumento de precios sólo puede tener una consecuencia: MÁS POBREZA.
Con información de Reforma
