México, 1 de marzo 2016 (NOTIGODÍNEZ).- La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), calificó de «bastante preocupante» el incremento de personas obesas en México, que junto a Chile encabeza las cifras de obesidad de toda América Latina y el Caribe.
De acuerdo con el portal Sinembargo, la mayoría de los países de la región –excepto México– lograron disminuir notablemente el hambre de sus habitantes. Según cifras de la FAO, citadas en la XXXIV Conferencia Regional del organismo, más de 31.7 millones de personas han superado el hambre en América Latina y el Caribe en los últimos 25 años. Irónicamente, México que registra los peores niveles de desnutrición y obesidad del continente, es la sede este año de dicha conferencia.
Destacan los casos de Bolivia y Nicaragua que «rápidamente erradicaron» la subalimentación entre su población, según Adoniram Sanches, oficial de la FAO que participó en la jornada inaugural de la conferencia.
No obstante, el director regional del organismo, Raúl Benítez, alertó que con la erradicación del hambre se “ha ido incrementando también el número de personas con obesidad y sobrepeso”, que traen consigo enfermedades como la diabetes, insuficiencia renal y padecimientos cardiacos, entre otros.
Pero el caso de México es peor aún, ya que el número de personas en condiciones de pobreza, y por ende, incapaces de adquirir la canasta básica alimentaria, se ha incrementado en paralelo con el número de mexicanos que padecen obesidad, debido a la ausencia total de políticas públicas tanto para mejorar las condiciones de vida de la población más vulnerable, como para educar a los mexicanos sobre los alimentos que deben consumir.
En tal sentido, la FAO alertó sobre la necesidad de evitar el consumo de «alimentos» azucarados y los que tienen alto contenido en grasas o sales. ¿Cuál es el problema? Que la FAO omite cobardamente los nombres y marcas de los productos nocivos para la salud, porque la FAO, la OMS y demás «instituciones» mundiales que emanan de la Organización de las Naciones Unidas, son pura simulación y están al servicio de las grandes corporaciones mundiales que están acabando con la humanidad.
Entre esas corporaciones destacan Coca Cola, Pepsico, Nestlé, Bimbo, Kellogs y todas las marcas secundarias de productos venenosos fabricados por esas grandes trasnacionales, efectivamente saturados de azúcar y jarabe de maíz de alta fructosa –ambos ingredientes adictivos–, aceites hidrogenados, harinas refinadas, conservadores y químicos cancerígenos. Esto sin mencionar a los imperios del tabaco, el alcoholismo, los engendros transgénicos, así como las industrias lechera y carnicera que usan químicos para causar mutaciones en el ganado con tal de obtener más ingresos.
¿Ha denunciado la FAO alguna vez a estas empresas directamente responsables de la muerte de millones de personas por trastornos derivados de la obesidad? No, nunca lo ha hecho. Se limita solamente a alertar sobre el consumo excesivo los «alimentos» –así le llama a la basura venenosa de esas corporaciones– azucarados, salados o altos en grasa. Eso se llama simulación.
Cuando los mexicanos tengan la voluntad y el carácter firme para hacer a un lado sus vicios, habrán dado el paso más importante para combatir la obesidad, recuperar su salud y en el proceso desterrar del país a esas corporaciones abusivas, que tanto causan a la humanidad entera.
Con información de Sinembargo
