Simulación, burlas, insultos… y el pueblo los aguanta sin rechistar ni tantito.
Agencias
(Pie de foto: «¡CUMPLIDO!»)
La iniciativa preferente de ley general de protección a la infancia que presentó el presidente Enrique Peña Nieto alcanza una calificación de sólo tres puntos, pues tiene graves vacíos legales al ser asistencialista y no ver a los infantes como sujetos de derecho, advirtió Arturo Narváez, director del Movimiento de Apoyo a Niños Trabajadores y de la Calle (Matraca).
Incluso, dijo, esta ley se encuentra por debajo de la Ley de Protección a Niños y Niñas que existe en entidades como Veracruz, por lo que organizaciones buscan reuniones con el Senado de la República para lograr el debate y la participación de la sociedad civil en la dictaminación de esta iniciativa, que de otra forma no alcanzará los objetivos de atender a la niñez y se quedará sólo como una ley asistencialista.
Insistió en que una ley general de este tipo debe ser centrada en la visión de que niños, niñas y adolescentes son personas sujetas de derechos, cuyas voces deben ser escuchadas y debe garantizárseles el acceso a sus derechos, no una ley asistencialista que siga atendiendo a medias las necesidades de la población.
Esta iniciativa, agregó, era un documento que se esperaba desde hace por lo menos dos años por la sociedad civil, por lo que incluso se trabajó en una propuesta para que se pudiera contar con una ley general que bajara a los ámbitos estatal y municipal.
La Red por los Derechos de la Infancia en México, de la que Matraca forma parte, es una de las organizaciones que estuvo trabajando en estos temas, para crear un sistema nacional de protección a la infancia, sin embargo al revisar el documento enviado por el Presidente, se descubrió que esta presentaba una calificación de tres puntos de diez. “Es una ley con muchos vacíos, pues sigue viendo a la infancia desde una visión tutelar, mantiene un perfil asistencialista y no cambia el perfil como niños y niñas como sujetos de derechos”, expresó.
Esta iniciativa no incorpora como parte de un proceso de democratización a voces de organizaciones civiles y contempla a pocas personas expertas en este tema, lo que deja un vacío importante. Tampoco contempla la creación de un órgano rector de este sector de la atención a la infancia, permitiendo todavía que se tenga una visión centrada en el Sistema para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF), con lo que se demuestra que es una iniciativa debe ser discutida y atendida verdaderamente a fondo.
A su vez mantiene carencias en el enfoque que debe garantizar la atención a las voces de niños, niñas y adolescentes, viéndoles como personas sujetas de derecho que pueden opinar y que pueden hablar acerca de su realidad y sus necesidades. Por ello hacen un llamado para que se abra el diálogo, para integrar una verdadera iniciativa que se convierta en una ley de alto nivel, que vaya en armonía con los tratados internacionales y que garantice verdaderamente que se le de atención a la niñez, que es una etapa crucial en la vida de las personas, pues es determinante para su futuro.
