México, 18 de enero 2016 (NOTIGODÍNEZ).- En otro acto supremo de fariseísmo sin límite, el rabioso régimen usurpador de Enrique Peña Nieto dirige ahora sus baterías contra la «actriz» mexicana Kate del Castillo, dando seguimiento al ridículo montaje de la chapo-novela para simular que «hace justicia» –tendría que perseguirse a sí mismo si realmente buscara eso–, mientras deja intacta la estructura política y financiera del supuesto narcotraficante al que, por accidente, dijo haber capturado el pasado viernes 8 de enero.
Ningún medio de comunicación alineado al régimen ha reportado la detención de algún alto «funcionario» –que los hay, empezando por Peña Nieto– vinculado a la «fuga» del año pasado. Sólo chivos expiatorios que además el régimen perfila liberar en breve. Tampoco se sabe de otros «políticos», empresarios u operadores financieros detenidos tras la supuesta recaptura de Joaquín Guzmán Loera.
En cambio, los fuegos artificiales mediáticos se llaman ahora Kate del Castillo, una ex «actriz» de Televisa que hace pocos meses se naturalizó estadounidense, y que se convirtió en el objetivo principal del patético régimen usurpador de Peña en su «cacería de cómplices del Chapo». El insulto a la inteligencia pública no puede ser más descarado.
La prensa en México informó hoy dentro de sus «importantes titulares» que la Procuraduría General de la República (PGR), usurpada por una mujer vinculada a Televisa de nombre Arely Gómez, citó a declarar, en calidad de testigo, a Kate del Castillo por su «presunta relación con Joaquín Guzmán Loera alias El Chapo».
Según la información que circula en medios, «se tiene la sospecha de que el narcotraficante pudo haber entregado dinero a Kate del Castillo o a empresas que fueran propiedad o con empresas con la que la actriz esté asociada». De comprobarse que El Chapo «financiaba a Kate del Castillo» [inevitable no ahogar la indignación en carcajadas frente a estas ridiculeces], el estatus jurídico de Del Castillo podría cambiar a «indiciada».
La agencia Reuters informó que el citatorio girado está fechado para que Del Castillo se presente declarar ante la PGR la próxima semana, aunque la fecha exacta no fue revelada.
De acuerdo con un reportaje de la agencia Proceso, se trata de un linchamiento miserable emprendido por el régimen contra la actriz en dos vertientes: 1) su descarada resolución a no tocar e incluso proteger al aparato de operación del cártel de Sinaloa, y 2) venganza por las posturas públicas críticas que Del Castillo ha mantenido hacia el espuriato peñista.
«Ante el desafío de atacar la estructura económica de esa poderosa organización delictiva, [el régimen usurpador] emprendió una intensa campaña contra la también productora y protagonista de la serie televisiva La Reina del Sur, que antes de su encuentro con El Chapo lo mismo hizo públicas sus simpatías hacia el narcotraficante que sus críticas a [Peña Nieto].
«A partir de que el sábado 9 –un día después de la reaprehensión– la revista estadunidense Rolling Stone reveló que la actriz fue la intermediaria para que el también actor y productor estadunidense Sean Penn se entrevistara con El Chapo a principios de octubre del año pasado, el ‘gobierno’ de Peña Nieto se dedicó a filtrar información sobre las actividades y movimientos de Kate del Castillo, convirtiéndola en personaje principal de una trama con tintes delictivos», se lee en el reportaje de Jorge Carrasco y Jesús Esquivel en el citado semanario.
Utilizando a medios de comunicación como guionistas de la «chapo-novela», el régimen usurpador ha construido toda una historia en la que la actriz mexicana acaba siendo la «villana favorita», criminalizándola de forma cobarde a través de una sucesión de filtraciones, imágenes, supuestos diálogos en mensajes de texto y hasta registros del estado financiero de las empresas de Kate del Casillo.
Mientras se desarrolla esta nueva puesta en escena en el teatro del absurdo llamado Méxicio, el país se hunde en un lodazal de corrupción, represión, muertos y estancamiento económico, derivados de la ilegitimidad del desgobierno de Peña, su absoluto desinterés para, al menos, simular la existencia de una república y su abierta consigna a seguir desmantelando al país para entregarlo a los grandes intereses trasnacionales que fraguaron su imposición.
Con información de Proceso
como dicen
todo parece una telenovela-chapo dirigida x el jotinche che kike peña nieto