México, 19 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- ¿Crisis económica? ¿Devaluación? ¿Baja en los precios internacionales del petróleo? Sí, pero los compromisos con las empresas trasnacionales se cumplen pase lo que pase –para eso fue la imposición del asesino de Atenco– y mientras el pueblo se revuelve intentando sobrevivir en un México cada vez más empobrecido, la mafia usurpadora avanza en su agenda para entregar el patrimonio nacional sin que nadie haga nada por detenerla.
El día de hoy, Pemex Gas y Petroquímica Básica (PGPB) formalizó la entrega del servicio de transporte y operación del Sistema Nacional de Gasoductos (SNG), al Centro Nacional de Control del Gas Natural (Cenagás), según lo reportó el diario La Jornada en una nota difundida el día de hoy.
¿Qué significa esto? Que el control de los más de 8 mil 700 kilómetros de gasoductos instalados a lo largo de todo el territorio mexicano, con una capacidad de 5 mil 107 millones de pies cúbicos diarios de gas natural, será entregado a la iniciativa privada a través del Cenagás arriba mencionado, un «instituto» creado en la contrarreforma energética para gestionar, celebrar, transferir o ceder los contratos, convenios o cualquier otro instrumento jurídico necesario para adquirir en propiedad la infraestructura del SNG.
De acuerdo con La Jornada, la cesión de derechos se autorizó hoy en sesión extraordinaria de la Comisión Reguladora de Energía (CRE), misma que ordenó a PGPB entregar el permiso de transporte de gas natural G/061/TRA/1999 al Cenagás que a su vez abrirá al sector privado el sistema de transporte de gas natural más importante de nuestro país.
En la misma sesión, la entrega de los gasoductos incluyó al llamado Sistema Naco-Hermosillo (SNH), que hasta antes de la cesión de derechos no estaba incorporado al Sistema Nacional de Gasoductos y cuyo permiso de de transporte de gas natural G/059/TRA/1999 también estaba a cargo de Petróleos Mexicanos.
El Cenagás fue planteado en la contrarreforma energética como un organismo público descentralizado encargado de de la «gestión, administración y operación» del Sistema de Transporte y Almacenamiento Nacional Integrado de Gas Natural (Sistrangás). Según el artículo Segundo del Decreto de creación del organismo, entre sus metas está la de garantizar la continuidad y seguridad en la prestación de los servicios en ese sistema para contribuir con el abastecimiento del suministro de dicho energético en territorio nacional.
No obstante, su verdadera función en el contexto de la contrarreforma entreguista es garantizar la «apertura» total de la infraestructura de gas del país, cuyo control mantenía Pemex antes de la usurpación de 2012, y así sentar las bases de la «competencia» en dicho sector. «Apertura» significa privatización y «competencia» significa rapiña entre particulares de los bienes de la nación, en este caso los gasoductos.
¿Y qué está haciendo el pueblo mexicano para impedir este nuevo despojo a sus intereses? Nada. Esperar a ver si en 2018 «ahora sí nos respetan el triunfo» para que el mesías revierta por arte de magia el saqueo, las masacres y las desapariciones. Claro que primero tiene que ocurrir el milagro de que los criminales que tienen secuestrado a México decidan dejar de delinquir y hacer fraudes electorales.
Con información de La Jornada.