Alfredo Méndez
La Jornada
Un enfrentamiento entre efectivos del Ejército y presuntos delincuentes dejó ayer por la mañana un saldo de 22 muertos (entre ellos una mujer) y un soldado herido. Los hechos ocurrieron en el paraje Cuadrilla Nueva de la comunidad de Ancón de los Curieles, municipio de Tlatlaya, en el sur del estado de México.
El choque armado se suscitó cuando los elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) hacían un reconocimiento terrestre en la zona y fueron agredidos por un grupo que se encontraba resguardando un inmueble donde había tres mujeres secuestradas, quienes fueron liberadas posteriormente por personal castrense, confirmaron inicialmente fuentes policiacas del estado de México.
Posteriormente, la comandancia de la 22 Zona Militar con sede en Santa María Rayón, estado de México, informó sobre el número de muertos (22) y dijo que el soldado herido se encontraba fuera de peligro.
En un comunicado, la Sedena señaló que ‘‘aproximadamente a las 5:30 horas, en inmediaciones del poblado Cuadrilla Nueva, municipio de Tlatlaya, personal militar, al realizar reconocimientos terrestres, ubicó una bodega que se encontraba custodiada por personas armadas, mismas que al percatarse de la presencia de las tropas abrieron fuego, por lo que el personal castrense repelió dicha agresión’’. Añadió que 22 de los presuntos agresores (21 hombres y una mujer) murieron tras el choque armado.
(En el sitio) se aseguraron 25 armas largas, entre ellas 16 fusiles AK-47, 6 fusiles AR-15, un fusil marca Calico, 2 escopetas, 13 armas cortas y un revólver 38 especial, así como una granada de fragmentación, 112 cargadores y cartuchos útiles.
La dependencia añadió que ‘‘en este evento se liberó a tres mujeres, quienes manifestaron estar secuestradas, las cuales fueron puestas a disposición de las autoridades correspondientes en calidad de presentadas; asimismo, quedaron a disposición del agente del Ministerio Público de la Federación el armamento y las municiones aseguradas’’.
Los hechos ocurrieron minutos antes de las seis de la mañana, cuando unos 50 soldados avanzaban sobre un camino rural y fueron agredidos en la ranchería Ancón de los Curieles. Esta localidad, de sólo 250 habitantes, se encuentra próxima al poblado de San Pedro Limón, a unos 180 kilómetros de Toluca y muy cerca de la franja limítrofe del estado de México con Guerrero y Michoacán.
La región forma parte de la llamada Tierra Caliente y por su difícil acceso se ha convertido en refugio de grupos criminales de los estados de Michoacán y Guerrero, que continuamente se disputan la zona. De acuerdo con fuentes policiacas, los agresores formaban parte de la organización criminal denominada Guerreros Unidos.
Agregaron que al lugar arribó personal de servicios periciales de la Procuraduría General de Justicia mexiquense y de la delegación de la Procuraduría General de la República (PGR) para iniciar las averiguaciones correspondientes. Además se movilizaron a la zona más de cien efectivos de la Marina Armada de México y del Ejército para establecer un cerco de seguridad en torno al lugar de los hechos.