México, 17 de mayo 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Durante el mensaje con «gobernadores» ofrecido hoy en Los Pinos por el asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, un grupo de miembros de la prensa lo interrumpió para exigir «justicia», «ya no más discursos» y «no más carpetas de investigación que acaban en nada».
En el video captado y difundido por la agencia Proceso, se observa en primer plano a Peña mientras pide «un minuto de silencio» por los periodistas asesinados en fechas recientes. En ese momento, un grupo de fotógrafos comenzó a lanzar consignas -irracionales y absurdas- de «justicia».
La breve protesta contra el usurpador no habría pasado de mera anécdota, excepto por el hecho de que miembros del Estado Mayor Presidencial (EMP) comenzaron a fotografiar a los reporteros inconformes. ¿Para qué?
De acuerdo con la agencia Proceso, los elementos del EMP siguieron tomando fotografías al grupo de reporteros que se había manifestado exigiendo justicia, cuando ya había concluido el ignominioso acto.
Por cierto, exigir «justicia»… ¿A QUIÉN? AL PRINCIPAL INTERESADO EN QUE SIGAN LAS AMENAZAS, HOSTIGAMIENTOS Y ASESINATOS DE PERIODISTAS para que no informen sobre sus corruptelas y demás crímenes brutales que ha cometido desde que se robó la Presidencia. Y ellos, los periodistas agraviados, lo saben mejor que nosotros.
Si vamos a limitarnos a «exigir» -sin hacer otra cosa-, ¿no sería más coherente y mínimamente digno exigir su renuncia? Sí, pero no hay auténtica voluntad para ello. Lo que sí hay es mucha SIMULACIÓN… y ni eso está permitido en este régimen usurpador sangriento y genocida. Ahí está el Estado Mayor confirmando, una vez más, de dónde proviene realmente la ofensiva contra la libre prensa en este país. Sigamos simulando que nos «indignamos»… y la masacre seguirá. O reaccionemos todos los mexicanos -activistas, periodistas y sociedad civil en su conjunto- para derrocar a los causantes de la barbarie, empezando por el asesino que ocupa ilegalmente Los Pinos y la mafia que lo impuso.
Con información y foto de Proceso
Pero qué difícil es vivir en paz. … Qué difícil es vivir sojuzgado, con la boca cerrada y los oídos sordos; maniatado en sus creencias y libertades para exigir justicia, para exigir aclaraciones que sólo exacerban los sentidos de quienes tienen la obligación de velar por la seguridad de los ciudadanos. La represión y el desprecio de la clase en el poder en contra de los verdaderos mexicanos, luciendo en todo su esplendor en este México bañado en sangre de mexicanos que luchan por un pais mejor, por un pais de leyes, por un pais justo, seguro y ávido de oportunidades para sus habitantes que hoy se debaten en la violencia, la pobreza, el hambre y sed de justicia; justicia que se confunde con impunidad arreglos en lo oscurito y malos manejos de las finanzas públicas.