México, 21 de marzo 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Al exusurpador Felipe de Jesús Calderón Hinojosa parece no importarle hacer el ridículo con su creciente exhibicionismo público. Es el tipo de gentuza ruin y facinerosa que considera «publicidad favorable» cualquier mención suya en los medios, aunque sea negativa. Sus borracheras, desfiguros públicos y desplantes en redes sociales no tendrían mayor trascendencia, excepto por el pequeño detalle de que el sujeto se regodea burlonamente en su impunidad por los delitos que ha cometido, es mantenido por todos los mexicanos desde hace mucho tiempo y encima pretende volver a meterse a Los Pinos a través de su mujer.
Ayer lunes, Felipe Calderón se rasgó las vestiduras por el robo de un «jersey» de la Liga Nacional de Futbol (NFL, por sus siglas en inglés) perpetrado por el director del pasquín priista La Prensa en Estados Unidos.
En un derroche de doble moral sin límite —como acostumbra—, Calderón calificó el hurto como «una vergüenza» y llegó al extremo de exigir a las «autoridades» espurias «adelantarse» y encarcelar a Mauricio Ortega, quien sustrajo la camiseta del jugador de futbol americano profesional Tom Brady, durante la celebración del «Super Tazón» 51 en Estados Unidos. Ortega, entonces director del mencionado pasquín, estaba acreditado como reportero y tuvo acceso a la zona de casilleros durante el evento.
Una verdadera vergüenza que un mexicano haya robado el Jersey de Tom Brady. Le da pretextos a la ofensiva antimexicana. Debe castigársele.
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) March 20, 2017
Autoridades mexicanas deberían tomar la iniciativa y meter a la cárcel al periodista que se robó el jersey de Tom Brady. Poner el ejemplo.
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) March 21, 2017
#MauricioOrtega una vergüenza para todos los mexicanos. Debería México meterlo a la cárcel sin esperar que @Patriots lo pida. Desprestigia.
— Felipe Calderón (@FelipeCalderon) March 21, 2017
La reacciones en respuesta a la vomitiva y recalcitrante hipocresía de Felipe Calderón no se hicieron esperar, y se han prologando hasta el día de hoy con insultos, burlas y recordatorios de las muchas tropelías que el propio Calderón ha cometido, empezando por el robo de la Presidencia de la República en 2006.
No tiene vergüenza @FelipeCalderon. Robó la presidencia "haiga sido como haiga sido". https://t.co/KKUkIzbWPY
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) March 21, 2017
Deberían meterte a la cárcel a ti y a @EPN. Pero son cómplices, ya te llegará la hora, cara dura en grado superlativo. https://t.co/4kiPPuXbvY
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) March 21, 2017
Te parece más grave que se roben un jersey o que te digan borracho a que te digan usurpador. Tienes trastocados los valores. https://t.co/4kiPPuXbvY
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) March 21, 2017
El "indignado" @FelipeCalderon por @monerohernandez. Se indigna por un jersey, no por las fosas de su sexenio. pic.twitter.com/5FWqliNH4A
— Jenaro Villamil (@jenarovillamil) March 21, 2017
@FelipeCalderon tu cállate borracho! pic.twitter.com/hoqYTCbcEj
— UnDíaComoLeón (@UnDiaComoLeon) March 20, 2017
@UnDiaComoLeon @FelipeCalderon https://t.co/QNJ3coCch6 Felipe Calderón utilizaron dinero del patrimonio de las empresas productivas del
— Jose Cruz (@JoseCruz12) March 21, 2017
Recuerden: @FelipeCalderon dejó impune a su empleado que robó celulares a comitiva de Bushhttps://t.co/FTpNJKqXTe
— Alvaro Delgado Gómez (@alvaro_delgado) March 21, 2017
En efecto, en abril de 2008, se dio a conocer que Rafael Quintero Curiel, entonces subdirector del equipo de avanzada de logística de Los Pinos, sustrajo entre seis y siete teléfonos celulares de la marca Blackberry a integrantes de la comitiva del presidente George Bush, durante la visita del entonces usurpador Felipe Calderón a Nueva Orleans. Los hechos fueron registrados por una cámara de vigilancia.
¿Fue a la cárcel el «funcionario» ratero? No, Calderón le dio vacaciones permanentes y listo, asunto concluido.
En 2006, tras robarse la presidencia, Felipe Calderón Hinojosa debió entrar a hurtadillas y por la puerta trasera al palacio legislativo de San Lázaro, para rendir protesta por la fuerza y en medio de un grotesco zafarrancho entre sus cómplices del PAN y los «legisladores» del PRD, quienes tuvieron la mínima dignidad de protestar enérgicamente contra la usurpación.