Esto es un desastre… ¿qué tiene que pasar para que reaccionemos?
MÉXICO, D.F. (apro).- El gobernador del Banco de México (Banxico), Agustín Carstens, anticipó la probabilidad de elevar las tasas de interés ante la amenaza de un incremento en los réditos en Estados Unidos.
Al participar en el seminario “Perspectivas Económicas 2015: Reformas en acción”, organizado por el Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), el encargado de la política monetaria del país explicó:
“No podemos descartar periodos de mayor volatilidad en los mercados financieros, es un punto que va a ser muy importante este año. Para el Banco de México esto implica tener agilidad para ajustar las tasas de interés si vemos que el patrón esperado de inflación se desvía”.
La tasa de interés de referencia actual del Banco de México es de 3%, y desde mediados de 2009, en plena recesión económica, ha sido reducida en 1.5 puntos porcentuales, como una medida de estímulo de la actividad económica.
Estas tasas impactan los réditos que pagan los usuarios de préstamos bancarios y los ahorradores.
Hoy, Carstens dejó la puerta abierta para subir esta variable financiera, luego de que la Reserva Federal (Fed) de Estados Unidos previó un ajuste al alza.
“Vamos a tener que estar vigilantes de la postura monetaria de México frente a Estados Unidos. Si suben mucho las tasas de interés en Estados Unidos, las tasas en pesos también tendrían que subir”, precisó el exsecretario de Hacienda.
Eso no es todo, para el encargado del Banxico, 2015 y su entorno será un año “difícil” por la caída de los precios del petróleo, los choques derivados del cambio en la política monetaria en la Unión Americana, así como la posibilidad de que haya algún contagio de otros países emergentes.
Carstens dejó claro que el Banxico debe ser ágil al ajustar sus tasas de interés si observa que el patrón esperado de la inflación se desvía del nivel previsto, que se estima converja al 3% hacia mediados de año.
En 2014 la inflación cerró a una tasa anual de 4.08%, fuera del rango propuesto por el Banco de México, que es de 3% (+/- un punto porcentual).
No obstante, Agustín Carstens se mostró optimista y aseguró que el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) convergerá hacia mediados del año a la meta de 3%, debido a factores como los menores incrementos en los combustibles y la eliminación en los cobros de llamadas telefónicas de larga distancia, además de que no habrá alza de impuestos.
El gobernador del banco central confió en que el panorama inflacionario mejorará en el presente año, al igual que los analistas de BBVA Bancomer, quienes anticiparon que la inflación anual mostrará una fuerte desaceleración en enero.
Pero advirtieron: “Aunque los riesgos al alza han aumentado por la fuerte depreciación del peso, las perspectivas siguen siendo favorables, considerando que el traspaso a inflación debería permanecer contenido en un contexto de debilidad de la demanda interna”.