México, 28 de diciembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Mientras los mexicanos se fugan de su realidad despilfarrando dinero que no tienen en cenas, regalos y estupideces, manipulados desde los medios con el pretexto de la «época navideña y el fin de año», los grandes especuladores hacen su agosto en pleno diciembre subiendo los precios de la canasta básica.
El diario La Jornada informó que los precios de diversos productos que integran dicha canasta, entre ellos el arroz, frijol, pastas, leche, bistec de res, pescado, jamón, salchichas y azúcar, así como medicinas y productos de higiene personal, han subdo entre 5 y hasta 17 por ciento en 2015, según cifras «oficiales» recopiladas por el citado medio.
Hasta la primera quincena de diciembre, los alimentos en general registraron una inflación relativamente «baja» de hasta 1.26 por ciento, menor a la de 1.89 por ciento correspondiente a todos los servicios y productos contabilizados por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi). No obstante, precios de diversos productos han subido pese a la supuesta «estabilidad» inflacionaria.
Un ejemplo es el caso del bistec de espaldilla, que durante este año se encareció 20 pesos, ya que el año pasado registraba un costo promedio de 123 pesos y este mes se expende en 143 pesos, según datos reportados tanto por el Inegi como por la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
Productos de consumo básico como la harina de trigo, las hojuelas de avena, el atún, el pan de caja de grandes trasnacionales, el café soluble, la salchicha, los chiles en lata y el frijol, registraron aumentos desde 50 centavos hasta 40 pesos.
Las medicinas y los productos de higiene personal acumulan los mayores incrementos inflacionarios. Las primeras registraron una inflación acumulada de 5.91 por ciento. En tanto, pastas dentales se encarecieron 5 por ciento, navajas y máquinas de afeitar 8.38 por ciento, toallas femeninas 6.56 por ciento y los pañales 3.79 por ciento, lo que equivale a una inflación acumulada de 2.89 por ciento.
En contraste, el incremento al salario mínimo diario autorizado para entrar en vigor a partir de 2016, fue solamente de 4.2 por ciento, esto es, 2.94 pesos homologado a todo el país, pasando de 70.10 a 73.04 pesos diarios. Como siempre, insuficiente por no decir INSULTANTE frente al saqueo de las grandes trasnacionales fabricantes y distribuidoras, así como los intermediarios.
Expertos señalaron que, si bien la inflación no se disparó en 2015 pese a los altos niveles de «depreciación» de nuestra moneda que se registraron, el fenómeno se debe a un fuerte estancamiento económico derivado de una caída en las ventas que pequeños comerciantes padecieron durante el año.
«No hay inflación pero esto ya parece deflación, lo que significa que si los precios no aumentan es porque la economía no se mueve», opinó Cuauhtémoc Rivera, dirigente de la Alianza Nacional de los Pequeños Comerciantes (ANPEC), citado por La Jornada.
Sin embargo, la amenaza de un súbito repunte en la inflación es permanente, pues el encarecimiento de los insumos resultante de la devaluación forzará a los proveedores a aplicar incrementos, mismos que al final de la cadena de consumo son trasladados hasta la ciudadanía que termina pagando las consecuencias de las brutales «políticas» económicas neoliberales.
Con información de La Jornada