México, 3 de junio 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Hasta el momento, suman 117 cuerpos exhumados de las fosas clandestinas en la comunidad de Tetelcingo, perteneciente al municipio de Cuautla, Morelos, donde personal de la Fiscalía General del Estado (FGE) bajo las órdenes del desgobernador p(ri)erredista Graco Ramírez, los depositó con el pretexto de que «no fueron reclamados» en el Servicio Médico Forense.
De acuerdo con el diario La Jornada, también se han exhumado 12 extremidades de cuerpos cuyo paradero se desconoce, por lo que la cifra podría subir a 139. Sin embargo, la fiscalía se ha negado a que éstas se contabilicen aparte precisamente para no abultar más el macabro número de cadáveres que enterró clandestinamente.
Por si fuera poco, se hallaron los cuerpos de tres niños entre los restos exhumados. Asimismo, se detectaron un sinfín de irregularidades en los cuerpos extraidos: desde cadáveres sin número de investigación hasta falta de la necropsia de ley.
La FGE sólo reconoce que inhumó 118 cadáveres el 28 de marzo de 2014. No obstante, un parte de la policía de Cuautla asegura que en las dos fosas fueron depositados unos 150 cuerpos.
Desde el hallazgo de las fosas, el rector de la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM), Alejandro Vera Jiménez, quien acompaña a familiares de personas desaparecidas, ha responsabilizado directamente al desgobernador Graco Ramírez Garrido de la inhumación clandestina de estos cuerpos.
La tarde de este jueves, colegios y una barra de abogados, ingenieros, contadores, biólogos y empresarios acudieron a las fosas para manifestar su respaldo al rector en la exigencia de castigo contra Ramírez.
«Estas fosas y la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa confirman que las autoridades estatales y municipales están coludidas con el crimen organizado, por lo menos desde Iguala, Guerrero, hasta Cuautla, Morelos», denunció el rector.
Se trata de un «corredor delictivo» que abarca Guerrero y Morelos, cuya existencia se ha denunciado desde hace mucho tiempo y que las «autoridades» de los tres niveles no han querido investigar, acreditando su complicidad con el crimen organizado.
Vera denunció que precisamente por esta colusión fue posible desaparecer impunemente a 43 normalistas de Ayotzinapa o inhumar más de 100 cadáveres en Tetelcingo.
A la exigencia de juicio y castigo contra Graco Ramírez, se sumó esta semana el cura católico Alejandro Solalinde Guerra, quien este jueves ofició una misa en el lugar del hallazgo de los cuerpos para pedir por el descanso eterno de las víctimas.
Con información de La Jornada