Samuel Estrada
La Jornada
El arzobispo de San Luis Potosí, Jesús Carlos Cabrero Romero, informó que se han tenido al menos otras dos denuncias de pederastia clerical en la Arquidiócesis potosina, pero no se han tomado en cuenta porque han sido anónimas, porque los quejosos “no quisieron dar su nombre y no tuvieron el valor cívico de aportar más detalles al respecto de los casos que ya han salido a la luz”.
Cabrero Romero puntualizó que “personas que se acerquen a denunciar no ha habido formalmente, han llegado anónimos, pero pues son eso, son anónimos, si no está reconocido con su nombre es como si no hubiera persona que acusa. El anónimo no tiene ese valor”.
Indicó que al menos dos personas se acercaron personalmente a él, pero prefirieron mantenerse como anónimos, además de que hablaron de casos que ya se han venido ventilando, pero no se tomaron en cuenta estos testimonios, precisamente, por el tema del anonimato.
Cuestionado en el sentido de qué fue lo que refirieron estas personas, por lo cual decidieron permanecer en anonimato y no hacer la denuncia claramente, el religioso comentó que prefería guardar estas razones, ya que se trata de situaciones privadas que no puede revelar.
Expuso además: “la realidad es que muchas veces las personas tienen miedo de comprometerse”. Asimismo, detalló que estas denuncias se recibieron hace aproximadamente dos semanas, aunque no al mismo tiempo.
De igual forma, en el contexto de que prácticamente no se han recibido más denuncias por los casos de pederastia clerical, y ser cuestionado al respecto de si ordenaría que en todas las misas los padres y sacerdotes hicieran el llamado a la ciudadanía a denunciar, el arzobispo consideró que esto no sería una buena idea, puesto que, según dijo, cuando los feligreses van a las misas lo que quieren escuchar son palabras de aliento y no cosas que quizá los puedan perturbar aún más.
