México, 19 de junio 2020 (NOTIGODÍNEZ).- Al menos dos casos recientes de asesinatos de mujeres por parte de sus cónyuges en la región wixárica de Jalisco, fueron rápidamente despachados por la Fiscalía General del Estado (FGE) clasificándolos como “suicidios”. Sólo en uno de ellos, luego de una intensa lucha por parte de la familia de la víctima, finalmente se reabrió el expediente y el homicida ya se encuentra detenido. Por su parte, la Comisión Estatal de Derechos Humanos (CEDH) ha sido omisa en emitir recomendaciones a las “autoridades” locales y estatales en ambos casos.
De acuerdo con la agencia Proceso (Apro), una joven de apenas 20 años de edad, identificada sólo como Liliana, fue asesinada por su esposo delante de la hija de ambos y posteriormente colgada de un árbol en el poblado wixárica de Santa Catarina Cuexcomatitlán, perteneciente al municipio de Mezquitic, en la sierra norte de Jalisco.
Los hechos ocurrieron el pasado 3 de marzo, sí, hace más de 3 meses, pero el caso pasó totalmente desapercibido en los medios de comunicación al igual que el resto de los miles de feminicidios en todo el territorio nacional, particularmente cuando las víctimas provienen de alguna comunidad indígena.
Según el medio aquí citado, las pruebas del feminicidio eran evidentes y bastaba una mirada al cuerpo de Liliana para percatarse de las huellas de violencia, no sólo del día del crimen sino de mucho tiempo atrás. Pese a ello, la FGE determinó que la joven terminó con su vida por su propia mano y cerró el caso sin mayor investigación.
“Su esposo hizo pasar su muerte como suicidio. Su familia no fue escuchada por la autoridad ministerial sobre los antecedentes de violencia familiar que ella sufría. Ni siquiera contaron con un traductor certificado. Personal de la Fiscalía de Jalisco dispuso de su cuerpo, prueba pericial inequívoca de su homicidio, para «resolver el caso» como suicidio, con una falsa autopsia”, detalló Apro.
Por su parte, la CEDH nunca se pronunció sobre el caso pese al clamor de la familia por justicia para Liliana. La postura negligente del organismo estatal contrasta con su reacción casi inmediata tras el escándalo por la muerte de Giovanni Alejandro López Ramírez, un albañil de 30 años asesinado luego de ser detenido con violencia por policías municipales de Ixtlahuacán de los Membrillos.
En poco tiempo y por órdenes del “gobernador” Enrique Alfaro, la CEDH dictaminó que Giovanni había sido asesinado por brutalidad policial y emitió un sinfín de recomendaciones sobre el caso. Todo ello bajo la fuerte presión dentro y fuera de las redes sociales, con protestas en la capital del Estado que amenazaban con salirse de control.
¿Y sobre el caso de Liliana? Indiferencia, inacción, encubrimiento y complicidad total con las falsas “autoridades” que desecharon el asunto protegiendo al feminicida. “Ni siquiera por los elementos que se aportaron sobre los actos indebidos del personal ministerial y forense al pasar por alto pruebas y testimonios el día en que la joven huichol fue encontrada, así como en la falsificación de la autopsia, la Comisión no se ha pronunciado sobre esta queja ni ha emitido recomendación”.
Luego de una incesante lucha por parte de la familia, con apoyo del Observatorio de Justicia y Derechos Humanos de Mujeres y Niñas, la Fiscalía reabrió el expediente y detuvo al asesino. Cabe destacar que en este proceso fue clave el testimonio de la propia hija de Liliana, quien según Apro estuvo presente al momento del feminicidio: “mi papá mató a mi mamá y luego la colgó en el árbol…”.
Grupos de derechos indígenas denunciaron también el caso de Hilaria, otra joven wixárica de 19 años, quien murió por ingestión de raticida luego de una discusión con su esposo. La Fiscalía concluyó igualmente que “fue suicidio” basándose únicamente en el testimonio del cónyuge.
Con información de Apro. Imágenes ilustrativas tomadas de Internet
