Laura Cordero
Sinembargo
Ciudad de México, 7 de agosto (SinEmbargo).– El 29 de junio de 2011, la Asamblea Legislativa del Distrito Federal (ALDF) aprobó una serie de modificaciones al Código Penal para tipificar los crímenes de mujeres o feminicidios como delito. De acuerdo con el documento, las penas para los culpables van de 20 a 50 años de prisión o de 30 a 60 años cuando exista una previa relación entre el agresor y la víctima.
Sin embargo, a pesar de ya estar catalogado como delito, el Gobierno del Distrito Federal (GDF) aún queda a deber mucho en el tema de feminicidio, pues hay una “falta de investigación adecuada por parte de los operadores jurídicos”, dijo Yuriria Rodríguez Estrada, representante jurídica del Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio.
En el marco de la Preaudiencia en el Distrito Federal: Violencia de Género y Feminicidio, la activista dijo a SinEmbargo que esto se debe a dos circunstancias: la falta de capacitación y de protocolos para el delito de feminicidio.
“En consecuencia estamos ante una problemática grave , en donde no se está logrando acceso a la justicia víctimas de violencia, no se están consignando los casos de asesinatos de mujeres como feminicidios, aún cuando hay elementos para catalogarlos como tal”, afirmó.
De acuerdo con la Ley de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, el feminicidio se define como la privación de la vida a una mujer por razones de género, entre ellas si la víctima presenta violencia sexual de cualquier índole, si le infligieron lesiones degradantes, mutilaciones o si hay antecedentes de amenazas de acoso, violencia o lesiones.
Desde el 8 de marzo de 2011 se presentó la iniciativa de ley para tipificar el feminicidio. Un mes antes, la Procuraduría General de Justicia del Distrito Federal (PGJDF) informó que durante 2010 fueron asesinadas 107 mujeres, pero debido a que el delito de feminicidio no estaba tipificado –ni existía una instancia al respecto– era imposible determinar si fueron homicidios por motivos de género.
Ahora, a pesar de estar tipificado, Yuriria Rodríguez aseguró que actualmente hay 29 casos de asesinatos de mujeres en la capital que fueron consignados como “homicidios”, pero tienen los elementos para catalogarlos como feminicidios. “Hay violencia intrafamiliar, había una relación entre la víctima y el victimario, fue por celos, fue por un motivo pasional, de acuerdo a como lo están catalogando las autoridades, pero esos elementos a nosotros nos dan a entender claramente que es feminicidio”, explicó.
También denunció que hay una cuestión de falta de atención a la problemática, pues “no se está otorgando el número adecuado de órdenes de protección, no sabemos si están protegiendo a las mujeres víctimas de violencia en el Distrito Federal y también tiene que ver con una falta de investigación. Es urgente y de carácter inmediato comenzar a identificar los focos rojos que hay en investigaciones en casos de asesinatos de mujeres y feminicidos”, dijo.
Yuriria Rodríguez también explicó que en el Estado de México también hay un grave problema respecto al feminicidio y por lo tanto, “ambos estados deben estar trabajando de manera coordinada para erradicar la violencia en contra de las mujeres”.
En el estado gobernado por el priista Eruviel Ávila Villegas se solicitó la declaratoria de alerta de género en diciembre de 2010 y en enero del siguiente año se negó la declaratoria porque –aseguraban– era un golpe mediático a la campaña del entonces precandidato a la Presidencia, Enrique Peña Nieto.
Posteriormente presentaron un amparo, mismo que les fue otorgado un año después y desde hace un año esperan el cumplimiento de la sentencia.
DOS CASOS EMBLEMÁTICOS
La reciente detención del presunto asesino de la joven Sandra Camacho, de 17 años en 2013, que fue descuartizada y abandonada en bolsas negras en la Unidad Habitacional Tlatelolco, y el caso de Niza Fernanda Aldana Garrido, de 25 años y madre de dos niñas, quien fue brutalmente asesinada, también en el Distrito Federal, alertaron a los capitalinos por la creciente violencia en la Ciudad de México.
Sandra, de entonces 17 años, conoció a Javier Méndez Ovalle, a través de Facebook. Él la citó en el Metro Tlatelolco con la promesa de conseguirle un trabajo de edecán. La joven no desconfiaba de él, pues era una promesa de la ciencia. Sin embargo, fue la última vez que se le vio con vida, días después fueron halladas en diversas partes de Tlatelolco, bolsas de plástico con sus restos mutilados.
De acuerdo con las autoridades, una vez que Javier cometió el crimen abandonó su departamento, el cual fue cateado por autoridades capitalinas que reunieron indicios para confirmar que la joven de 17 años había sido asesinada en ese lugar.
El cuerpo de la joven fue seccionado con precisión de cirujano; su tronco y cabeza fueron dejados en una bolsa de plástico en una jardinera de Tlatelolco. En otro punto de la unidad habitacional fue encontrada una pierna; sus brazos y la otra pierna aún no han sido localizados.
El caso de Niza Fernanda Aldana Garrido, quien fue secuestrada en Tláhuac el pasado 17 de julio y hallada muerta posteriormente, también conmocionó a la sociedad. Al día siguiente de su desaparición, la familia recibió una llamada de los plagiarios para exigirle un rescate de 700 mil pesos.
Sin embargo, días después una patrulla encontró el cuerpo de la joven en un baldío de La Conchita, en el pueblo de Zapotitlán, en Tláhuac, cercano a uno de los Canales de Chalco. La habían pintado con impearbilizante y traía la soga con la que murió estrangulada y una bolsa de plástico de un supermercado que le pusieron en la cabeza.
La necropsia confirmó que murió por asfixia fruto del estrangulamiento.
Actualmente, la tía de Niza Fernanda, quien la crió desde pequeña dice que sólo busca que se haga justicia y que las autoridades investiguen y castiguen a quien mató a su sobrina.
Tanto ella como su hija Carmen creen que las heridas en sus senos y genitales son indicios de que pudo no ser un homicidio ordinario, sino un feminicidio.
Foto: Familia de Niza Fernanda
CIFRAS MORTALES
Sobre la situación de violencia contra las mujeres en el Estado de México, la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2011 demuestra que el 56.87 por ciento de las mujeres de 15 años y más han sufrido algún tipo de violencia en su última relación de pareja (violencia emocional, económica, física o sexual).
De acuerdo con información de Organización de las Naciones Unidas (ONU) Mujeres (2012), de 2007 a 2009 la tasa de defunciones femeninas con presunción de homicidio aumentó un 38 por ciento en la entidad. El mismo informe señala que en el 2009 ocurrieron 272 defunciones femeninas, registrando una tasa de 3.66 por cada cien mil mujeres, ubicándose por encima de la media nacional en el lugar número nueve.
De acuerdo con la información de la Procuraduría General de Justicia de esa entidad, de enero de 2011 a diciembre de 2012 ocurrieron un total de 448 homicidios dolosos de mujeres, de los cuales tan sólo115 son reconocidos como feminicidios.
Sobre la violencia sexual, la Procuraduría estatal registró un total de dos mil 990 denuncias por violación, mientras que ONU Mujeres (2012) informó que en el 2010 se denunciaron dos mil 895 violaciones sexuales, registrándose un promedio de 38.6 violaciones por cada 100 mil mujeres.
Mientras, en el Distrito Federal, la Endireh 2011 plantea que el 51.93 por ciento de las mujeres de quince años y más han sufrido algún tipo de violencia en su última relación de pareja.
De acuerdo con la Información de la Procuraduría General de Justicia del DF, de enero de 2011 a junio de 2012 ocurrieron un total de 145 homicidios dolosos de mujeres, de los cuales sólo 58 son reconocidos como feminicidio.
Sobre la violencia sexual, el informe de ONU Mujeres (2012) reveló que en el 2010 se denunciaron mil 162 violaciones sexuales, registrándose un promedio de 27.6 violaciones por cada 100 mil mujeres.
SinEmbargo publicó la semana pasada que el Distrito Federal cuenta con al menos una Delegación –la Cuauhtémoc– que ha superado claramente las tasas nacionales de feminicidios. De acuerdo con cifras, durante el último año de Marcelo Ebrard Casaubon, el 2011, la tasa de homicidios contra mujeres se situó en 3.3, la peor en los 23 años medidos.
De acuerdo con criterios internacionales se considera “alta” una tasa de asesinatos intencionales de mujeres cuando el número es igual o superior a 3. Es “muy alta” cuando la cifra iguala o supera los 6 crímenes por cada 100 mil mujeres residentes.
Tabla. Tasa de feminicidios nacional, capitalina y de la delegación Cuauhtémoc 1990-2012
Nota: No se incluyen las defunciones de residentes en el extranjero, ni de entidad de residencia o municipio no especificado. Son las defunciones de mujeres registradas los años que aparecen en el cuadro y ocurridas en ese periodo. Tasa por 100,000 mujeres.
Fuente: Defunciones. INEGI/SS. Bases de datos de las defunciones, 1990-2012. Disponibles en la dirección electrónica: http://www.sinais.salud.gob.mx/basesdedatos/index.html. Fecha de consulta enero de 2014.Población: CONAPO. Estimaciones de la Población de México, 1990-2010 y Proyecciones de la Población de México, 2010 – 2050. Disponibles en la dirección electrónica http://www.sinais.salud.gob.mx/basesdedatos/index.html. Fecha de consulta enero de 2014.
Del anterior cuadro se pueden hacer al menos los siguientes apuntes:
1.
De los 23 años analizados, únicamente en 3 de ellos la tasa se colocó por debajo de la clasificación “alta”, mientras que en 7 de esos años el número rebasó la marca de “muy alta”.
2.
Sólo en 2 de todos esos años la delegación Cuauhtémoc mostró cifras inferiores a las tasas del Distrito Federal y en 3 a las nacionales.
3.A partir de 2007, cuando se disparan las tasas nacionales en clara relación con el estallido de violencia asociada al crimen organizado, la delegación Cuauhtémoc se mantuvo con tasas feminicidas superiores a las de México, excepto en un año, y en ocasiones con eventos que duplicaron a los nacionales.
