México, 11 de octubre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Mientras el expriista Jaime Rodríguez Calderón alias «El Bronco», todavía desgobernador de Nuevo León a punto de dejar el cargo, sigue con los preparativos de su campaña presidencial… el estado se cae a pedazos y la inseguridad al interior de los penales, particularmente, está peor que nunca.
Una supuesta riña entre reos al interior del Penal de Cadereyta, sofocada mediante el uso de «fuerza letal» -armas de fuego- por parte de las autoridades, culminó con un saldo de 13 presos muertos y 8 heridos, aunque extraoficialmente se habla de 19 víctimas mortales y más de 20 lesionados.
Según la información «oficial», la gresca se desató cuando un grupo de reos protestó contra otros internos durante la noche del pasado lunes. Posteriormente, se reportó el secuestro de tres custodios y un motín generalizado que se prolongó durante toda la madrugada de ayer martes.
Tras perder el control del penal, las «autoridades» solicitaron apoyo de elementos de Fuerza Civil, Policía Federal y de la Agencia Estatal de Investigaciones.
Afuera, tras haberse enterado de lo que ocurría, familiares de los internos protestaban por la falta de información sobre el estado de salud de los reos. Desde temprana hora podían verse desde el exterior columnas de humo negro. Más tarde presenciaron el ingreso de las fuerzas de seguridad y, minutos después, pudieron escuchar los disparos de arma de fuego al interior, lo que desató el pánico entre las mujeres e incluso un violento bloqueo para impedir que ingresaran más elementos.
“Se tuvo que tomar la determinación por parte de las fuerzas del orden de usar la fuerza letal”, declaró por la mañana Aldo Fasci Zuazua, vocero de seguridad del Estado, justificando la masacre.
“Se hizo uso de la fuerza letal no había otra opción la otra era quedarse de espectadores”, insistió.
En tanto, Bernardo González Garza, «procurador de justicia» del Estado, fue recibido a empujones y recordatorios maternales por parte de las mujeres que bloqueaban el acceso al penal, en protesta por el hermetismo de las «autoridades» y la presencia de los elementos armados.
Las ráfagas de fuego se prolongaron durante aproximadamente 40 minutos. En un principio el Secretario General de Gobierno mintió asegurando que los disparos sólo habían sido persuasivos, no obstante la versión no pudo sostenerse por mucho tiempo y finalmente se reconoció que los elementos de seguridad abrieron fuego directamente contra los reos para «aplacar los disturbios».
Hasta ahora, la lista de muertos y heridos no ha sido revelada por las «autoridades», manteniendo en la zozobra a los familiares que se mantienen afuera del penal esperando noticias.
Con información de Animal