Oficializan entrega de yacimientos de México a Chevron, empresa impune por ecocidio en la Amazonia ecuatoriana

México, 3 de marzo 2017 (NOTIGODÍNEZ).- Esta semana, el régimen usurpador del asesino de Atenco, Enrique Peña Nieto, a través de la dirección de Petróleos Mexicanos (Pemex), acordó repartir yacimientos en aguas profundas de Tamaulipas a dos empresas trasnacionales, entre ellas la criminal estadounidense Chevron Corporation, responsable del brutal ecocidio en la Amazonia ecuatoriana perpetrado desde 1964.

De acuerdo con la agencia Proceso, el régimen peñista firmó un «acuerdo histórico» entre Pemex, Chevron y la trasnacional japonesa Inpex Corporation, derivado de la Ronda Uno de la contrarreforma energética que literalmente subastó yacimientos del Golfo de México, descubiertos luego de varios años de costosa exploración realizada por Pemex y pagada por todos los mexicanos.

Originalmente, los yacimientos subastados habían sido asignados a Pemex Exploración y Producción. No obstante, argumentando «falta de recursos», la dirección de Pemex usurpada en su momento por el priista Emilio Lozoya y actualmente por José Antonio González Anaya, concuño de Carlos Salinas de Gortari, ofreció asociarse con las trasnacionales mencionadas para realizar los trabajos de extracción y explotación, renunciando así a más de la mitad de las utilidades que se obtengan del petróleo hallado.

En 1964, Texaco Petroleum Company (TePec) se asoció con la paraestatal Petroecuador (en ese entonces llamada CEPE) para explotar yacimientos en la región de la selva amazónica ecuatoriana. Desde entonces y hasta 1992, la trasnacional estadounidense encabezó las operaciones de TePec-CEPE en la zona, derramando aguas tóxicas, petróleo y otros químicos en mantos freáticos y tierras cultivables, con afectación directa a los pueblos originarios de Cofán, Siekopai, Waorani, Siona, Tetetes y Sansahuari.

A la fecha, bancos de tierra y agua contaminados por los derrames tóxicos de Texaco siguen emergiendo, en perjuicio de más de 300 mil personas luego de 30 años de ecocidio permanente.

En 2001, tras el vendaval de demandas internacionales contra la empresa, TePec se fusionó con Chevron en una burda maniobra corporativa para evadir a la justicia.

Fue en 2011 cuando un tribunal falló finalmente contra Chevron, ordenando el pago de 9 MIL 500 MILLONES DE DÓLARES de indemnización a los pueblos indígenas afectados por su ecocidio. No obstante, recurriendo a sobornos, fraudes y artilugios legales, la trasnacional ha evadido el cumplimiento de la sentencia.

Sobre la entrega de los yacimientos en aguas profundas de Tamaulipas a Chevron e Inpex, se denunció que el acuerdo resulta absolutamente desventajoso para México, ya que, gracias a la contrarreforma energética de Peña, nuestro país renunció a las ganancias por la extracción del petróleo en dichos yacimientos.

“Con ello se están comprometiendo de manera escandalosa los recursos petroleros en los próximos 50 años en las costas de la región norte del Golfo de México, y se expone nuestro patrimonio nacional a la voracidad de los mercados internacionales sin que a cambio se obtenga ninguna ventaja, puesto que la extracción masiva se dará con el ritmo que corresponda a los intereses de las transnacionales, quedando descartada la perspectiva de desarrollo nacional”, denunció en un comunicado el Partido de la Revolución Democrática (PRD), cómplice de Peña en el «Pacto por México» que facilitó precisamente la imposición de las contrarreformas, entre ellas la energética.

Con información de Proceso

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