Con ustedes, otra bonita estampa de nuestra “sociedad” neoliberal clasista, racista, hipócrita y desigual por antonomasia.
Ayer martes 6 de mayo, se viralizó en las redes sociales un video que exhibe a elementos de la Policía Bancaria e Industrial (PBI), asignados a la seguridad del Sistema de Transporte Colectivo Metro (STCM) de la Ciudad de México, sometiendo a un hombre por rehusarse a utilizar cubrebocas al interior de una de las estaciones.
Tres elementos derriban e inmovilizan al sujeto en el piso para esposarlo. Un cuarto uniformado trata de cubrir a sus compañeros para evitar que la ciudadanía pueda grabar la violenta detención del hombre… sólo por no utilizar el mentado cubrebocas. Al parecer, el sujeto no mató, no robó, no violó, no acosó, ni siquiera se brincó los torniquetes. Dicen que agredió a los policías que lo abordaron, pero eso no aparece en el video.
“¡No me quiero poner cubrebocas!, ¡NO ES A HUEVO!”.
Muchos argumentarán que la situación de emergencia mundial por la propagación del SARS-CoV-2, coronavirus causante de la pandemia de COVID-19, amerita cumplir sin rechistar las medidas impulsadas por el régimen de López Obrador, entre ellas el cierre de negocios no esenciales, la “sana distancia”, el confinamiento y hasta el uso obligatorio de cubrebocas al aire libre.
“Bien por los agentes de la PBI”, opina por ejemplo @Armando_Mtz_A7, uno de los usuarios que difundieron el video en la red social Twitter:
#Atencion 🛑⚠️ Bien por los agentes de PBI @SSC_CDMX que detuvieron a hombre que los agredio solo por solicitarle que se pusiera cubrebocas dentro @MetroCDMX. pic.twitter.com/3DbFE3Dh19
— A.Martínez.A7 (@Armando_Mtz_A7) May 5, 2020
Concedamos, pues, que la pandemia de COVID-19 nos obliga a acatar las medidas de la contingencia y que la detención del hombre en ese video, por exagerada que parezca, fue justificada. Pregunta legítima: ¿cuándo van a ir, entonces, por el criminal Ricardo Salinas Pliego para someterlo y arrestarlo del mismo modo?
Es obvio que para el magnate Salinas Pliego, dueño de Televisión Azteca, Banco Azteca, Total Play, la cadena de tiendas Elektra, Motocicletas Italika, minas, plataformas petroleras y un sinfín de negocios más, tampoco es “a huevo” acatar las medidas preventivas que promueve su gobierno.
No sólo se ha dedicado públicamente a minimizar el impacto de la actual pandemia. Incluso ha llegado al extremo de mandar a sus merolicos en Televisión Azteca –Javier Alatorre, por ejemplo– a pedir que la gente “no haga caso” a las autoridades sanitarias porque “sus conferencias son irrelevantes y en ellas se difunden cifras falsas”. Sï, desde la televisión abierta nacional, Salinas Pliego básicamente convocó a la desobediencia civil contra la contingencia sanitaria.
En privado, ha enviado panfletos firmados por él mismo a su ejército masivo de empleados para “informarles” que la pandemia no es tan grave como se afirma, que deben seguir acudiendo a trabajar y que basta con lavarse las manos y usar cubrebocas para no contagiarse.
Desde luego se ha negado reiteradamente a suspender labores en sus negocios no esenciales, porque no está dispuesto a perder ni un solo centavo de la riqueza que le generan sus –esclavos– trabajadores, muchos de ellos subcontratados bajo el abusivo esquema de outsourcing convalidado por la legislatura actual.
Su voracidad criminal ya causó la muerte de Rodolfo Huvy Cruz Juárez, fallecido el pasado 28 de abril tras haberse contagiado de COVID-19 en las instalaciones del call center donde laboraba para Grupo Elektra. De acuerdo con la revista Proceso, que recientemente documentó las condiciones de hacinamiento en las instalaciones de ese call center, sólo en el piso donde Rodolfo trabajaba se habían registrado al menos 20 contagios a la fecha de publicación del reportaje.
Antier por la tarde, las “autoridades” de la Ciudad de México finalmente se presentaron al inmueble en cuestión para colocar sellos de suspensión en sus puertas principales. ¿Y qué hizo la empresa al servicio de Salinas Pliego? Violó flagrantemente la suspensión y obligó a los trabajadores a presentarse “normalmente” al día siguiente, instruyéndoles a ingresar a escondidas vía un edificio contiguo.
Volvemos a preguntar: ¿CUÁNDO VAN A IR POR EL ASESINO RICARDO SALINAS PLIEGO PARA SOMETERLO Y ARRESTARLO DEL MISMO MODO?