México, 23 de mayo 2017 (NOTIGODÍNEZ).- El ex diputado federal Gerardo Fernández Noroña, dirigente de la Asamblea Nacional por la Independencia de México (ANIMO), volvió a ser amenazado de muerte en la red social Twitter, a una semana de que un sujeto lo agrediera y amenazara vía telefónica.
La nueva amenaza ocurrió el pasado domingo 21 de mayo alrededor de las 15:33 horas, desde la cuenta @DevilValeira, donde se publicó la imagen de una persona degollada con mención directa a Fernández Noroña y el texto: «Así es como trabajamos, así es como te vamos a dejar, saludos del Gayo sin ley».
En seguida, el exdiputado tomó una captura de pantalla de la amenaza y la reenvió a las cuentas de la «Procuraduría General de la República» (@PGR_mx), la «Procuraduría General de Justicia de la Ciudad de México» (@PGJDF_CDMX) y la Unidad de Comunicación del Secretario de Seguridad Pública de la Ciudad de México (@UCS_CDMX)
Vuelven las amenazas en Twitter en mi contra @PGR_mx @PGJDF_CDMX @UCS_CDMX pic.twitter.com/cXnI0VMwiX
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) May 21, 2017
Sólo recibió respuesta de la @UCS_CDMX, quien lo «canalizó» a la «#PolicíaCibernéticaCDMX», instancia que, según denunció Fernández Noroña, NO existe.
Gracias, pero esa policía NO existe. He presentado varias denuncias, mandan a policías y MP's que no saben ni que es twiter. https://t.co/kE0qpwAPZF
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) May 21, 2017
Una amenaza de muerte cada ocho días para un opositor al desgobierno criminal debe ser considerada "normal". @PGR_mx @UCS_CDMX
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) May 21, 2017
Si al final te matan, dirán que fue mala suerte o el narco. O peor, dirán que tú te lo buscaste @PGR_mx @UCS_CDMX
— Fernández Noroña (@fernandeznorona) May 21, 2017
Apenas el pasado sábado 13 de mayo, el exdiputado recibió una llamada amenazante desde el número telefónico 784 123 12 12, ubicado en Papantla, Veracruz. Durante la llamada, una voz con acento veracruzano le habló haciéndose pasar por seguidor suyo, pero al paso de los minutos confrontó al exdiputado y posteriormente, cambiando el tono de su voz, lo amenazó de muerte.
Suman ya por lo menos tres años de amenazas constantes contra el dirigente en las redes sociales, quedado todas ellas impunes pese a que Twitter dispone de mecanismos para ubicar a sus usuarios y proveer información a las «autoridades» que la soliciten.