Protestan frente al Congreso de Nuevo León por ley antiaborto del PRI-AN; «católicos» la apoyan… y encubren la pederastia

Erick Muñiz
La Jornada

Monterrey, NL. Un conato de bronca y discusiones a grito abierto entre dos grupos opositores desató la Ley Antiaborto que se promueve en el Congreso de Nuevo León.

Cerca de 60 integrantes del grupo «Yo soy voz», afiliado a Pro Vida y que apoya la reforma constitucional para que se garantice el derecho a la vida desde su concepción, acudieron a la oficialía de partes del recinto legislativo para entregar un documento donde aseguraron que había más de cuatro mil firmas, las cuales sumarían hsta 13 mil si se toma en cuenta un documento entregado el lunes pasado.

Por su parte, colectivos y asociaciones civiles que se manifiestan en contra de la propuesta de reforma, también hicieron acto de presencia y demandaron que cada mujer decida qué hacer con su cuerpo, no se criminalice al género cuando aborta y se intensifique la educación sexual.

Ambos grupos coincidieron en la entrada al edificio del Congreso local e intercambiaron consignas, gritos y hubo algunos jaloneos con policías que les impidieron el acceso al recinto, aunque los incidentes no pasaron a mayores.

Con pancartas y al grito de «Nuevo León ama la vida», los manifestantes que repudian el aborto, en su mayoría mujeres jóvenes, acudieron vestidos de blanco y con un pañuelo rojo.

Por su parte, los activistas que están contra de la reforma legal llevaron carteles con leyendas como «saquen sus rosarios de nuestros ovarios».

La discusión de la ley estaba programada para esta tarde, pero diputados manifestaron la posibilidad de que se postergue por falta de tiempo, como sucedió el lunes pasado.

La Comisión de Legislación del Congreso local avaló la semana pasada la reforma al artículo uno de la Constitución, “para garantizar el derecho a la vida desde la fecundación, concepción o fertilización hasta la muerte natural”.

Esta iniciativa cuenta con el apoyo de las bancadas del PRI y del PAN, que son las mayoritarias en el Congreso de Nuevo León.

La reforma constitucional requiere dos votaciones en dos periodos diferentes para su aprobación: la primera necesita el apoyo de 22 diputados de los 42, y la segunda, que podría ser en el extraordinario de junio, necesita el respaldo de 28 votos.

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