México, 30 de noviembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- ¿Pedían de rodillas que Ángel Aguirre se fuera de Guerrero para frenar la violencia y que regresara el PRI?… Pues ahí lo tienen de regreso.
De acuerdo con el portal Sinembargo, en el primer mes del priista Héctor Astudillo al frente del «gobierno» de Guerrero se han registrado al menos 174 asesinatos en la entidad.
Si bien la violencia impera en todo el Estado, los municipios con mayor registro de asesinatos son Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Chichihualco, Chilapa, Cuajinicuilapa y Tixtla. También ha habido homicidios, aunque en menor cantidad, en San Miguel Teloloapan, Ajuchitlán del Progreso, Atoyac de Álvarez, La Unión, Coyuca de Benítez, Zumpango, Tepecoacuilco, Atenango, Ayutla, Zitlala, Quechultenango, Coyuca de Catalán, Huitzuco, Copala y Pungarabato.
Refiere el citado medio que la violencia se ha recrudecido particularmente contra activistas, familiares de policías, abogados, choferes, maestros, estudiantes y ex policías, así como contra policías comunitarios, pero cabe destacar que los agresores ya no están respetando la condición de mujeres y niños. Estos sectores han padecido como nunca la violencia en el Estado desde que Astudillo tomó el poder.
Sinembargo da cuenta de una serie de asesinatos ocurridos de manera progresiva desde el primer día de la «gestión» de Astudillo Flores, justo después de que el «secretario de gobernación» Miguel Ángel Osorio Chong anunciara una nueva estrategia de seguridad para Guerrero, coordinada por el Ejército.
El 4 de noviembre, primer día de la administración priista en el estado, el comisario de Polixtepec, municipio de Leonardo Bravo (Chichihualco), Joaquín Romero Ríos, y su secretario Víctor González Luna fueron emboscados y asesinados por hombres armados en el camino de terracería Puentecillas-Polixtepec.
Dos días después, policías comunitarios de la la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (Upoeg), se enfrentaron con supuestos miembros del crimen organizado en la comunidad de Polixtepec, con saldo de siete autodefensas heridos y tres delincuentes abatidos.
La violencia siguió escalando. El 12 de noviembre, integrantes de la Upoeg volvieron a chocar con unos 500 sujetos vestidos como militares, ahora en la comunidad de El Naranjo, en Leonardo Bravo. Los sicarios portaban armas de grueso calibre y el saldo reportado hasta el momento es de un comunitario muerto y otro desaparecido.
El 10 de noviembre, sujetos armados irrumpieron a balazos en un taller mecánico habilitado como palenque clandestino en Cuajinicuilapa, asesinando a mansalva a 12 personas, entre ellas una mujer y dos menores de edad.
Ese mismo día en la comunidad de Tetitlán de Limas, municipio de Chilapa, un comando armado ingresó al poblado y asesinó a tres hombres, una niña, un niño y una mujer. Cinco de las víctimas eran familiares del ex secretario de Seguridad Pública municipal, Silvestre Carreto González, según informa Sinembargo.
El domingo 22 de noviembre durante la madrugada, hombres armados irrumpieron en Polixtepec y asesinaron a cuatro vecinos: una mujer adulta y tres de sus hijos, entre ellos una niña. También incendiaron tres casas y se llevaron a dos hombres, uno de ellos era pareja y padre de las víctimas.
Apenas el jueves 26 de noviembre, cinco personas fueron ejecutadas en el puerto de Acapulco, entre ellas un niño de un año. Los ataques en el puerto continuaron el fin de semana.
Con información de Sinembargo