Y además ni siquiera sirve y, como está «concesionado», lo poco que recauda va a para a las cuentas de Hinojosa y su grupo.
Víctor Fuentes
Reforma
Cd. de México, México (30 diciembre 2014).- El proyecto de infraestructura cultural más importante del Gobierno de Enrique Peña Nieto en el Estado de México fue ganado por un consorcio que incluía a una empresa de Juan Armando Hinojosa, el dueño de la «Casa Blanca» de Las Lomas.
Se trata del Centro Cultural Mexiquense Bicentenario, adjudicado en abril de 2009 a un consorcio que encabezó la empresa española Abengoa.
Foto: Reforma
Si bien siempre se difundió que Abengoa era la ganadora del contrato de más de 3 mil 500 millones de pesos, el proyecto fue desarrollado por una entidad denominada Coaben, en la cual Concretos y Obra Civil del Pacífico (COCP), controlada por Hinojosa, tenía participación de 49 por ciento, según consta en informes de la firma española a sus accionistas.
El Centro Cultural, inaugurado por Peña Nieto en agosto de 2011, es un proyecto de prestación de servicios, similar al que COCP, asociada con empresas de Carlos Hank Rohn, acaba de ganar en Puebla para construir el Museo Internacional del Barroco.
El consorcio ganador aportó parte de los recursos para las obras -que también contaron con financiamiento de Santander y Banobras- y, a cambio, opera el inmueble durante 20 años, con un cobro anual al gobierno mexiquense de 179.9 millones de pesos o 3 mil 508 millones de pesos durante la vida del contrato.
Los testigos sociales de la licitación fueron designados por Transparencia Mexicana (TM), que en términos generales avaló el proceso, en el que sólo otras dos empresas presentaron ofertas.
Sin embargo, TM planteó objeciones respecto del mecanismo para la calificación técnica de las ofertas, en el que Abengoa se impuso a sus competidoras, además de que presentó la cotización más baja para la prestación de servicios.
«TM cuestionó el diseño de la tabla de evaluación, ya que las calificaciones carecían de gradualidad (eran sí o no), de manera que algunos elementos a calificar permitían cierto grado de subjetividad, como la calificación de los elementos innovadores, en la cual no existía una definición clara y específica de la forma como se evaluaría este rubro y, por lo tanto, su evaluación estaría sujeta al criterio subjetivo del evaluador», dice el informe de los testigos.
«Lo anterior fue reiteradamente cuestionado por TM, desde la etapa de elaboración de las bases, porque podría beneficiar y/o perjudicar a alguna empresa», agrega.
Desaprovechado
El CCMB es un conjunto color ocre de 34 mil 500 metros cuadrados, construido al pie del Circuito Exterior Mexiquense.
Consta de un teatro-sala de conciertos, un auditorio y un teatro al aire libre, un museo, biblioteca y área de talleres.
Abengoa se limita al manejo y conservación de las instalaciones, mientras que la programación cultural y la propuesta educativa corresponden al Instituto Mexiquense de Cultura (IMC).
En un recorrido de REFORMA por el centro en enero de este año se constató que el lugar es todo menos lo que se planeó: la apuesta de infraestructura cultural mexiquense de los últimos 20 años, que lograría impactar a 6.19 millones de personas.
Inaugurado en los últimos días de Peña Nieto como Gobernador, la gente a veces confundía al CCMB con una fábrica o un centro comercial.
«El reto era quitar la idea de que era un elefante blanco», admitió Mónica Hernández Bennettz, que antes de ser nombrada coordinadora del CCMB, en noviembre de 2012, fue regidora de Ecatepec.
«De la escuela nos mandan a ver los espectáculos y las exposiciones», dijo un visitante acompañado de sus tres hijas y su esposa. «Por ellas nos enteramos de las galerías».
«El centro podría aprovecharse más», consideró otra asistente, «pero se necesita más propaganda, porque así no nos enteramos de nada».
