México, 10 de octubre 2014 (NOTIGODÍNEZ).- En medio de la crisis nacional por la violencia y el estancamiento económico causados por el actual régimen, su personero Peña Nieto siempre encuentra una buena oportunidad para exhibir su total incompetencia.
A casi tres semanas del asesinato de de tres estudiantes y la desaparición de otros 43 en el municipio de Iguala, perteneciente al estado de Guerrero, el priista que actualmente ocupa Los Pinos finalmente decidió «pronunciarse» sobre este crimen, el segundo más brutal de su «gestión» después de la matanza de 22 personas en Tlatlaya, Estado de México, a manos del Ejército.
“Lo que ha ocurrido, los hechos que se han estado evidenciando, los descubrimientos de cuerpos, de fosas que se han encontrado, claramente deja ver el nivel de barberie [sic] y el carácter inhumano que ha tenido este hecho en el estado de Iguala [sic]”.
Esto durante un «discurso» plagado como es su costumbre de un sinnúmero de incorrecciones, que intentó ofrecer al inaugurar un hospital materno-infantil construido en Irapuato. Dicho nosocomio permaneció más de 10 meses sin funcionar desde que fue terminado porque el «gobernador» panista Miguel Márquez decidió esperar a que a Peña Nieto le diera la gana presentarse a inaugurarlo.
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El asesinato y desaparición de los normalistas rurales de Ayotzinapa en el municipio de Iguala, Guerrero, ha conmocionado al mundo y se suma a una larga lista de agresiones contra la juventud mexicana perpetradas con el regreso del PRI al poder. En septiembre, otros tres adolescentes fueron asesinados en Ciudad Hidalgo, Michoacán, por policías municipales. Días después, durante una protesta de jóvenes por este crimen, policías de Puerépero abrieron fuego contra los manifestantes.
El actual régimen se perfila como uno de los más sangrientos de la historia, peleando esa ignominiosa «distinción» con los sexenios del brutal genocida Gustavo Díaz Ordaz y Luis Echeverría Álvarez, ambos orgullosamente priistas.
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