México, 23 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La empresa del ex operador de campaña de Peña Nieto, Gabino Fraga Peña –investigado en España por lavado de dinero en favor del PRI–, ha sido beneficiada con contratos millonarios públicos desde que Peña Nieto usurpó el poder apoyado por el caso Monex, del que se responsabiliza también a la empresa de Fraga.
En el colmo del cinismo, Gabino Fraga fue premiado con el cargo de «delegado fiduciario de Banobras» por sus servicios en la triangulación de recursos a la campaña de Peña. Esto significa que Fraga Peña es apoderado del banco del gobierno mexicano para representarlo y administrar sus fideicomisos. Por si fuera poco, la mencionada empresa propiedad del sujeto, Grupo de Abogacía Profesional (GAP), ya tenía un contrato por adjudicación directa con Banobras de 360 mil pesos, otorgado por el entonces director de Banobras, Alfredo del Mazo Maza, tío político de Peña Nieto.
La información difundida por la edición impresa de Proceso número 2003, en el reportaje «Las turbulencias bancarias de Gabino Fraga» de la periodista Anabel Hernández, señala que GAP ya tenía contratos con otras dependencias, entre ellas el IMSS, Pemex, CFE, «Presidencia de la República», Sedesol, Fonatur y Banobras desde antes de la campaña presidencial.
Tanto Gabino Fraga como una de sus colaboradoras en la empresa GAP, Griselda Martínez Andrade, aparecen en la última relación de delegados fiduciarios de Banobras, fechada en 2014, como abogados externos. Fraga Peña aparece con dos nombramientos: uno otorgado en 2005 y otro en 2010, el cual fue ratificado por Del Mazo; Griselda Martínez Andrade también dispone de dos nombramientos en la administración de fideicomisos.
La empresa GAP estuvo involucrada en el financiamiento ilegal paralelo a la campaña presidencial de Peña Nieto en 2012. Operaba en la misma oficina que la empresa Efra, a través de la cual presuntamente se canalizaron más de 70 millones de pesos a los famosos «monederos electrónicos Monex» que después serían usados para comprar votos en favor de Peña Nieto.
De acuerdo con Anabel Hernández, GAP fue contratista del desgobierno de Peña en el Estado de México, participando con la española OHL –otra constructora favorita del usurpador– en obras como el Circuito Exterior Mexiquense y el Aeropuerto Internacional de Toluca.
En eso, Fraga Peña se parece a otro «amigocho» consentido de Peña Nieto: Juan Armando Hinojosa Cantú, dueño de Grupo Higa que entregó sendas mansiones a la mujer de Peña y Luis Videgaray Caso, ambas con costo multimillonario y en circunstancias financieras no aclaradas hasta el momento. Tanto GAP como Grupo Higa han trabajado con OHL como contratistas del desgobierno del Estado de México y posteriormente fueron beneficiadas por Banobras, ya con Peña usurpando la presidencia.
Actualmente, GAP presume descaradamente en su portal de Internet la relación privilegiada que tiene con el «gobierno» y con Banobras, como parte de sus «cualidades» para convencer a sus clientes. Es decir, Fraga Peña está aprovechando a plenitud el llamado «conflicto de interés» pues ahora, como delegado fiduciario de Banobras, tiene acceso directo a los fideicomisos (DINERO) destinados a los proyectos del «gobierno» federal.
Anabel Hernández detalla que un delegado fiduciario tiene «poder general para actos de dominio, poder general para suscribir, avalar, endosar y negociar toda clase de títulos de crédito, comparecer a nombre de Banobras ante particulares y ante toda clase de autoridades judiciales o administrativas, civiles, penales, militares y del trabajo, ya sea a nivel federal, en el DF o estados y municipios».
Es decir, Fraga tiene a su cargo una delicada responsabilidad y ni así fue cuidadoso en ocultar sus manejos sucios de dinero con el Banco Madrid, siendo ahora objeto de una investigación internacional de dimensiones tan grandes como la del mafioso ruso Andrei Petrov, quien también es investigado por el Servicio Ejecutivo de la Comisión de Prevención de Blanqueo de Capitales e Infracciones Monetarias de España (Sepblac), según los datos de Anabel Hernández.
La periodista señala que no es la primera vez que Gabino Fraga Peña es investigado por realizar «operaciones irregulares» con bancos. En 1993, el sujeto era accionista de una casa de cambio que realizaba «operaciones no autorizadas» y cuando fue requerida por Hacienda, no fue posible dar seguimiento al caso porque «sus oficinas estaban cerradas y no se localizó a sus socios».
¿Todo esto es nuevo? No. Son casi ochenta años de las mismas corruptelas, los mismos desvíos millonarios de dinero del pueblo para financiar fraudes, el mismo saqueo brutal de recursos para enriquecer a empresarios aliados del régimen usurpador. El problema es que tengamos que seguir deunciando estas rapacerías, sexenio tras sexenio, porque el pueblo sigue sometido, agazapado bajo el yugo de una mafia asesina que lo empobrece y esclaviza cada vez más. ¿HASTA CUÁNDO? Ésa es la pregunta que el pueblo no ha respondido.
Con información de Revista Proceso número 2003