Judith Amador Tello
Proceso (Foto: historiayarqueologia.com.)
MÉXICO, D.F. (proceso.com.mx).- Reconocido apenas en junio pasado como el primer Bien Mixto, cultural y natural del mundo por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Calakmul reporta ahora el hallazgo de una ciudad maya perdida por décadas y un centro urbano desconocido hasta ahora.
El arqueólogo esloveno Ivan Sprajc y su equipo de trabajo es responsable de este descubrimiento realizado en el área norte de la Reserva de la Biósfera de Calakmul, en Campeche, según informó a los medios el Centro de Investigaciones Científicas de la Academia Slovena de Ciencias y Artes.
La ciudad fue bautizada como Lagunita y está conformada por varios edificios monumentales dispuestos alrededor de varias plazas. Tiene un juego de pelota y un templo piramidal de aproximadamente 20 metros de altura. Uno de estos monumentos ha sido descrito con una portada con una figura zoomorfa que representa las fauces abiertas del monstruo de la tierra, que en la religión maya se asocia con el inframundo el agua y la fertilidad. En esta región se encontraron también 10 estelas y tres altares.
En cuanto al centro urbano, al cual se ha denominado Tanchén (pozo profundo), se indica que cuenta con una gran cantidad de chultunes (cavidades para guardar maíz o capturar agua de lluvia) en el centro cívico y ceremonial, algunos de profundidades inéditas, y varias plazas y edificios, entre ellos hay una pirámide ceremonial con una estela y un altar en la base. Según el reporte se conservan partes considerables del santuario superior.
Los investigadores destacan la importancia de ambos sitios por sus características arquitectónicas y por la cantidad de restos habitacionales que se conservan.
Cabe recordar que en junio de 2013 el mismo equipo encabezadoSprajc, reportó el descubrimiento en el sureste de Campeche la ciudad bautizada como Chactún (Piedra Roja o Piedra Grande), cuya antigüedad data de entre el 600 y el 900 d.C.
Entonces Sprajc la describió como “uno de los sitios más grandes de las Tierras Bajas Centrales, comparable por su extensión y la magnitud de sus edificios con Becán, Nadzcaan y El Palmar, en Campeche”.
Su proyecto de investigación cuenta con la aprobación del Consejo de Arqueología del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) y con el apoyo financiero de la National Geographic Sociedity, la empresa austriaca Villas y la eslovena Ars Longa.
Ahora se suman a Chactún la Lagunita y Tanchén, que aportarán al conocimiento de la historia antigua de Campeche.