Fernando Inés Carmona
La Jornada
Orizaba, Ver.- La clausura de la empresa Bielorrú SA de CV a cargo de la Comisión Federal de Prevención de Riesgos Sanitarios (Cofepris) se debería a corrupción y tráfico de influencias; a una semana de cerrar sus puertas el negocio podría cerrar definitivamente, liquidar a sus 260 empleados y trasladarse a otro estado.
El gerente, Fernando Jorge Canseco, señala que aun cuando “tenemos totalmente comprobada la calidad de la mercancía que les señalaron, no cumple medidas sanitarias, no hemos podido quitar los sellos”. Aseguró que al parecer “se trata de una competencia ilegal por los nichos de mercado, uno de los verificadores nos reveló que la clausura es una orden de arriba, para beneficiar a Casa Cuervo, uno de los acaparadores del mercado nacional. Literalmente nos dijo ‘esto viene de una directriz de Casa Cuervo, porque pidió la atención, toda vez, que ustedes van a producir, lo mismo que él produce destilado de agave, whisky y vodka, y como van a afectar el nicho que ellos tienen, los quieren retirar’”, aseguró.
La afectación “se amplía a muchos más, pues en la cadena comercial van a dejar de percibir alguna utilidad o ganancia o dejar de comercializar sus insumos y se afectará a cerca de 3 mil personas”.
Otro de los puntos de donde se desprendería el problema “es por la visita de la Cofepris, que de acuerdo con la norma 142 de la Secretaría de Comercio y Fomento Industrial en ese entonces, que regula las bebidas alcohólicas, se hace una visita y se ve que se cumple con todo. Nos hicieron otra supervisión y aplicaron un nuevo decreto de fecha 6 de enero de 2014, relacionada con la trazabilidad del alcohol, es decir, desde dónde nace o produce el alcohol, hasta el consumidor final, cumplimos con las normas, legalmente no tienen por donde afectarnos”, señala.
El problema para la competencia “es que la empresa adquirió los activos de otra empresa denominada Corporación Licorera del Sur, con todos los activos e infraestructura. Cofepris nos hace una nueva visita, pese a tener antigüedad en labores del 4 de julio de este año, lo que se acreditó mediante avisos de funcionamiento, se comprobó la trazabilidad del alcohol que está debidamente facturada, porque hay parte de bebidas que fabricó la Corporación Licorera y que tenían en resguardo y que no son de Bielorrú, sino que se quedaron en ese reguardo”.
De todo ello “se tienen contratos, pero Cofepris llegó con la directriz de hacer suspensión de actividades de una u otra manera, por lo que se puso a buscar vestigios de todo el alcohol con pedimentos, facturas, comprobaciones de importación e hizo observaciones como el hecho de tener alcohol con distintas características en bodega”.
Cofepris encontró bebidas que son para Guatemala, fabricadas por Licorera del Sur, donde no aplican la misma normativa, “dicen que es bebida menor a 180 mililitros y por falta de marbete”.
Con la clausura, se arriesga la fuente de trabajo de 260 familias, “que todo indica se tendrán que ir a la calle y tuvimos que dar aviso a la Junta de Conciliación para suspender actividades y vamos a empezar a liquidar gente. No vamos aguantar más de un mes y lo más seguro es que la empresa va a tener que quebrar o ver qué destino toma, porque a un mes de actividades no está vendiendo, le suspenden”.