Especialistas de Fundación Vida Mental Saludable demandan crear un centro de atención a enfermedades mentales en el estado.
ROBERTO RAMÍREZ BRAVO
La Jornada
En Acapulco, dos de cada 10 jóvenes se han planteado la posibilidad del suicidio, como parte de un problema grave de crecimiento de la enfermedad de la depresión, alertaron integrantes de la Fundación Vida Mental Saludable.
En conferencia de prensa, los sicólogos Mariana Rodríguez Otero y Juan Carlos Leyva Vargas demandaron la creación de un centro especializado de atención a enfermedades mentales, ya que, precisaron, no existe ni uno en todo Guerrero a pesar de que fenómenos como la violencia, el desempleo, la falta de oportunidades y la desintegración familiar, han incrementado estos padecimientos.
Expresaron que si no se le da una atención adecuada a los padecimientos mentales “vamos a tener un desequilibrio” como sociedad, y precisaron que en Acapulco no existen cifras adecuadas que cuantifiquen las dimensiones del problema, por lo que la fundación que representan se ha dedicado a hacer encuestas, aunque en condiciones precarias, entre jóvenes principalmente.
Otro dato que encontraron en dichas indagaciones, precisaron, es que 60 por ciento de las personas que manifestaron tendencia al suicidio son mujeres, y dos de cada 10 ubicados en el rango de edades de 12 y 19 años, corren riesgo suicida.
Expresaron que para que una persona piense en suicidarse, es porque está en un cuadro de depresión mayor. Alertaron que los síntomas pueden detectarse a través de la comunicación familiar, cuando la persona se enoja fácilmente, tiene llanto fácil, se encierra en su cuarto, se reúne con personas que le transmiten “conductas de riesgo social” o si ya está hablando del suicidio como una opción.