José Gil Olmos
Proceso
CUERNAVACA, Mor. (apro).- Al participar en el foro internacional Comunidad, cultura y paz, el padre Alejandro Solalinde dijo que el caso de los estudiantes desaparecidos de Ayotzinapa se está repitiendo en otros lugares del país y por ello, señaló, es tiempo de decirle al gobierno que es momento de un cambio.
En el acto realizado en la Universidad Autónoma de Morelos, el religioso advirtió que vivimos un momento crucial y de encrucijada en el país. Además, criticó la dependencia en la que ha caído la sociedad mexicana con el gobierno y la propia Iglesia católica, lo que ha impedido la acción comunitaria.
Solalinde Guerra sostuvo que debe haber un movimiento social para cambiar la situación de crisis nacional, donde participe una ciudadanía y feligresía maduras y con una estructura de “abajo hacia arriba”.
El fundador del albergue Hermanos en el Camino propuso un cambio, “una revolución” en las relaciones de gobierno para que se escuche a los pobres, “para construir un reino con valores, sin distinciones, el reino de Dios”.
En el foro organizado por el poeta Javier Sicilia, el padre Solalinde dijo que se debe “perder el miedo al cambio”, algo que ha impuesto el Estado con el uso de todo el aparato de gobierno.
“Estoy de acuerdo en que se vayan todos (los políticos), esto que pasó hay que aprovecharlo como una experiencia dolorosa, no hay reversa”, señaló cuando varios de los asistentes vitorearon la demanda de que renuncie el presidente Enrique Peña Nieto.
En su participación, Solalinde indicó que las cosas no pueden seguir como hasta ahora, con la dominación del capital financiero, sino de un proyecto de nación donde se escuche a todos. “El gobierno sabe que hasta aquí llegamos, en Ayotzinapa no sólo hay desaparecidos, también el pueblo, el gobierno.
“Invitamos a la feligresía y a la ciudadanía a hacer un proyecto común, decirle al gobierno que ahora vamos a construir un proyecto diferente. Parece imposible porque nos han hecho dependientes, pero ya somos adultos”, destacó Solalinde Guerra.
Por su parte, el padre Gregorio López, vicario de la catedral de Apatzingán, en Michoacán, manifestó que el error de la sociedad es haber dejado que gobierne “un títere”, un solo individuo, sin que se tome en cuenta a todos los demás.
“Es hora de dejar de ser espectadores para ser actores, esta patria es nuestra”, exclamó el padre Goyo entre aplausos de los asistentes que atiborraron el auditorio universitario.
En su intervención, también criticó la manipulación que hace el gobierno federal con los pobres a través de programas sociales, “que los toma sólo para jugar con su imagen, para manipularlos con programas vergonzosos como Oportunidades, que no están funcionando porque fueron creados desde arriba”.
El religioso michoacano que ha sido calificado como autodefensa, manifestó que la crisis que vivimos en el mundo es de focalización, debido a que se perdió de vista el interés por las necesidades de la sociedad para concentrarse en las ganancias, por tener más.
Como ejemplo, dijo que el jefe del cártel criminal de Los Caballeros Templarios tenía mil ranchos que jamás en su vida iba a poder atender.
“Vivimos en un mundo con una batalla entre el demonio y Dios, entre el César y Dios, los pobres no son del César, no son del gobierno, que los toma sólo para jugar con su imagen, para manipularlos”, alertó.
El padre Goyo consideró que estamos en una situación de alarma porque han aumentado los pobres en una condición de mayor marginación. Pero insistió en que no se debe confundir a los pobres con limosneros, porque lo único que reclaman es casa digna, educación y trabajo.
Luego pidió a los miembros de la Iglesia católica salir a las calles como lo pide el papa Francisco, con el fin de combatir la crisis, multiplicar el bien, hacer la conversión de los malos, aparte de que convocó a una cruzada nacional por los pobres.
Bruno Plácido, de la Unión de Pueblos y Organizaciones del Estado de Guerrero (UPOEG), resaltó que la crisis que se vive por los 43 normalistas de Ayotzinapa desaparecidos es una expresión de la inseguridad que se vive en todo el país.
También precisó que en el tema de seguridad se tiene que caminar juntos porque no es una cuestión de policías, sino social.
Al foro acudió un pequeño grupo de estudiantes del Politécnico, quienes recibieron aplausos cuando pidieron el apoyo de la ciudadanía para el movimiento estudiantil.