Alan Miranda
Reforma
Cd. de México, México (29 noviembre 2014).- Cinco de las 10 licitaciones más grandes otorgadas en este sexenio por la SCT y sus órganos descentralizados y desconcentrados se han quedado en los consorcios con las ofertas más caras.
Para muestra, está el tramo 1 del Tren Interurbano México-Toluca, el segundo contrato más grande de la lista.
El grupo ganador, formado por OHL y Hermes Infraestructura, quedó en quinto lugar por precio ofertado, que fue de 8 mil 748 millones de pesos.
Lo mismo sucedió con el primer y segundo tramos de la Línea 3 del Tren Eléctrico de Guadalajara, obtenido por la tríada formada por Mota-Engil, Sacyr y Grupo Prodi.
En ambos concursos quedaron en cuarto lugar por precio.
En la licitación para sustituir al proveedor de telepeaje de Capufe se presentaron seis ofertas y lo obtuvo la más cara: la del consorcio Telepeaje Dinámico.
En la Autopista Atizapán-Atlacomulco, ganó OHL pese a que Ideal, de Carlos Slim, había ofrecido 80 millones de pesos más como contraprestación por la concesión.
Ángel Méndez, especialista en economía y finanzas por la Universidad La Salle, quien ha participado como auditor en obras de infraestructura, explicó que seleccionar ofertas que no son las más económicas es normal, pues lo que se busca es privilegiar la calidad.
Sin embargo, admitió que la evaluación técnica puede prestarse a tratos discrecionales hacia distintas empresas con la intención de privilegiar a alguna.
Esto es posible debido a que las recomendaciones de los testigos sociales, encargados de supervisar la transparencia, no son vinculantes.