Rafael Mathus
Reforma
Nueva York, Estados Unidos (12 enero 2015).- En Washington, una batalla entre el Gobierno federal y un puñado de compañías ha comenzado a definir el futuro del internet a nivel global.
«Aunque la pelea por la neutralidad en la red es doméstica, tiene ramificaciones alrededor de todo el mundo», alertó a REFORMA Jeremy Malcolm, de Electronic Frontier Foundation, organización que busca preservar la red de redes tal como se conoce hasta hoy.
El principio de neutralidad en la red, hoy en vigor, obliga a los proveedores de internet a tratar de la misma forma toda la información que circula en la web.
Además de garantizar igualdad y dejar el control de los contenidos a los usuarios, la neutralidad es considerada un motor de innovación, ya que permite que empresas nuevas puedan competir contra las compañías establecidas.
El futuro del principio está en manos de la Comisión Reguladora de Telecomunicaciones, que prepara un nuevo paquete de reglas bajo la presión de compañías de telecomunicaciones y de cable como Verizon, AT&T, Comcast y Time Warner Cable.
Estas empresas ven con buenos ojos el fin de la neutralidad, ya que podrían discriminar, partir la red y cobrar más por un servicio de más velocidad.
[Censura disfrazada de regulación para que esas empresas cobren por no censurar… y de todos modos censurar, espiar e imponerle al «cliente» lo que les dé la gana.]
Del otro lado de la pelea aparecen el Gobierno federal, empresas como Google, organizaciones y usuarios.