Gerardo Fernández Noroña
Hace unas semanas, Wall Street Journal dio a conocer que la empresa HIGA además de haber proporcionado la casa blanca de Sierra Gorda 150 a Enrique Peña Nieto, había proporcionado otra a Luis Videgaray en Malinalco, por un valor aproximado de 7 millones de pesos.
Con absoluto cinismo, Videgaray ha reconocido que la citada empresa le vendió la casa y que lo hizo a crédito con una tasa preferencial de poco más del 5% de interés. HIGA fue la empresa consentida de las obras públicas mientras Peña Nieto fue gobernador del Estado de México y Luis Videgaray fue secretario de finanzas en aquella entidad y la empresa sigue siendo la favorita de ambos funcionarios ahora desde el gobierno de la República.
Aún no han sorteado los escándalos de corrupción comentados cuando surge uno nuevo. Ahora se ha dado a conocer que Videgaray tiene una propiedad adicional (1550 metros cuadrados de «jardín» ) asimilada a la casa de 7 millones en Malinalco del secretario de Hacienda, por un costo de 3 millones de pesos que también le fue proporcionada a Videgaray por la «generosa» empresa. La versión es que le fue dada en arrendamiento, dicen que dice.
El caso me recuerda al de Genaro García Luna, Secretario de Seguridad Pública del gobierno usurpador de Calderón. En su primer comparecencia ante la LXI Legislatura en 2009 de la que formé parte, le mostré a García Luna que tenía propiedades por 42.5 millones de pesos. Una casa inicial de 7.5 millones, una segunda casa por 15 millones de pesos y una última casa por 20 millones de pesos que, el entonces funcionario, sostenía había comprado a crédito. A pregunta expresa que le hice sobre cómo tenía ese patrimonio con su sueldo de secretario, me contestó que había ahorrado mucho.
En 2012, en la comparecencia del secretario de la Contraloría del gobierno usurpador, cuyo nombre ni siquiera recuerdo, le presenté a éste copias de la escritura pública de la casa de 20 millones que había sido pagada de contado y no a crédito como García Luna había aseverado. Recuerdo que los medios de comunicación no sacaron una sola línea respecto a esta fuerte denuncia. Obvio, García Luna sigue impune. Los vídeos de las citadas comparecencias están en YouTube para quien quiera cerciorarse de lo que aquí afirmo.
Recuerdo lo anterior porque a poco más de dos años del desgobierno de Peña, las pruebas de la corrupción de éste son monstruosas. A diferencia de los años del gobierno usurpador de Calderón, hoy los medios están difundiendo los hallazgos respecto a los negocios al cobijo del poder que la empresa HIGA viene realizando y no hay duda de la complicidad entre ésta y el desgobierno de Peña.
Me parece que es hora ya de que esos funcionarios corruptos sean destituidos y sus bienes mal habidos expropiados y puestos al servicio del pueblo. Es insultante la arrogancia y prepotencia con que Enrique Peña y Luis Videgaray responden a las críticas frente a las pruebas contundentes de sus actos de corrupción. Tienen casas millonarias, que encima ni ocupan, pero sobre todo esos inmuebles son pruebas contundentes del enriquecimiento ilícito de funcionarios públicos de primer nivel. Son agravios severos contra el pueblo de México al que deberían servir en lugar de robar. Ambos «funcionarios» deben ser depuestos, juzgados y encarcelados. Sus bienes decomisados.
La empresa HIGA también debe ser juzgada y sancionada por los negocios con que ha sido beneficiada al cobijo del poder.
Para que lo anterior se haga realidad el pueblo necesita levantarse. Sólo una rebelión no violenta podrá poner las cosas en su lugar. El 18 de marzo venidero o el 26 del mismo mes son fechas adecuadas y propicias para iniciar una desobediencia civil que pare todo el país exigiendo la renuncia de Peña Nieto y su pandilla.
Finalmente aprovecho para poner una posdata: el desgobierno de Peña no ha cumplido un compromiso hecho en torno a la casa de Sierra Gorda 150 y el plazo para realizarlo se agotó en enero. Quizás ha llegado el momento de nombrar dos Normales 43 de Ayotzinapa, una en Las Lomas y otra en Malinalco.
PD2. Recién terminado mi artículo me entero de que Peña nombró al priista Virgilio Andrade para investigar la casa de Sierra Gorda, de Ixtapan de la Sal y lo que se acumulé (le faltó entre otros el departamento de Miami). El nombramiento es ridículo. Que Peña haga una cadena nacional para darle instrucciones a un subordinado de que investigue sus bienes es el colmo de la burla. Andrade seguirá sirviendo al PRI como lo hizo desde el Consejo General del Instituto Federal Electoral , pero ahora desde su cargo que es un parodia y una simulación de legalidad. Como dijo The Economist: «No entienden que no entienden».
«El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz».
Gerardo Fernández Noroña.
México D.F. a 3 de febrero de 2015
