México, 6 de febrero 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Habitantes del poblado de Petaquillas que protestaban sobre la carretera federal Chilpancingo-Acapulco, fueron reprimidos y desalojados con violencia esta tarde por unos 300 policías militares.
De acuerdo con La Jornada, los elementos del Ejército Mexicano, armados con toletes y escudos, arremetieron contra el grupo de manifestantes integrado en su mayoría por mujeres que reclamaban la libertad de dos policías comunitarios, detenidos horas antes en Petaquillas y trasladados a la delegación de la PGR en Chilpancingo.
Refiere el citado diario que las mujeres y niños acompañados por algunos hombres, todos pobladores de Petaquillas, instalaron un «retén» a un costado de la carretera para exigir la liberación de los autodefensas. A los pocos minutos, policías militares con equipo antimotines llegaron a replegar la protesta. No obstante, los manifestantes se negaron a retirarse por lo que los elementos del Ejército arremetieron a golpes contra ellos, reprimiéndolos violentamente por espacio de unos 20 minutos.
El saldo reportado hasta el momento es de una mujer embarazada herida y tres pobladores detenidos, entre ellos un niño y otra mujer.
Por la mañana, elementos del Ejército detuvieron y desarmaron a dos integrantes de la policía comunitaria de Petaquillas, lo que motivó la protesta de los habitantes. En esa comunidad, ubicada a 10 minutos de Chilpancingo, capital de Guerrero, integrantes de la policía comunitaria del Frente Único para la Seguridad y el Desarrollo de Guerrero (Fusdeg) asumieron el control de la seguridad desde el 31 de enero pasado.
Los ciudadanos de Petaquillas decidieron tomar las armas para confrontar directamente a la delincuencia, pues las «autoridades» actúan en complicidad con el crimen organizado y en medio quedan los pobladores a merced de la violencia.
Esa misma fecha, de acuerdo con Proceso, el régimen usurpador ordenó sitiar el poblado con tropas del Ejército Mexicano y policías federales para desarmar a los pobladores y liquidar su movimiento de autodefensa, que ya había logrado desterrar a un grupo criminal que operaba al amparo de los tres niveles de desgobierno.
En redes sociales, el líder normalista Omar García difundió fotografías de la represión y expresó la solidaridad del Movimiento Nacional por Ayotzinapa con los habitantes de Petaquillas.
La legitimidad se les hizo añicos… ¡Sólo les queda su fuerza adoctrinada! ¡Ayotzinapa con Petaquillas! pic.twitter.com/qj90B5RrN9
— Omar García (@Omarel44) February 6, 2015
Con esto queda plenamente comprobada la consigna oficial de acabar con cualquier tipo de resistencia civil, aún cuando ni siquiera vaya dirigida contra el «gobierno», y por tanto la complicidad manifiesta entre los sujetos que se autonombran «autoridades» (léase todos los niveles desde el «presidente», «gobernadores» hasta «mandos» policiacos) y la delincuencia organizada, que en México representan prácticamente lo mismo.
Sólo una rebelión no violenta materializada en la desobediencia civil absoluta podrá derrocarlos. La pregunta es, ¿cuándo decidirá el pueblo sacudirse a las sanguijuelas que desde hace más de 80 años lo están exprimiendo?
Con información de La Jornada y Proceso