México, 16 de marzo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Si así hubieran protestado afuera del «congreso» para impedir la cotrarreforma energética o incluso la imposición del asesino de Atenco… no estaríamos «lamentando» ahorita el despido de Aristegui y la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa. Pero en fin.
Cientos de personas se reúnen esta tarde afuera de las instalaciones de MVS Radio, ubicadas en Mariano Escobedo 532, colonia Anzures de la Ciudad de México, para protestar contra el despido injustificado de la periodista Carmen Aristegui, que huele más a represión y censura orquestadas desde el régimen usurpador utilizando una charada que nadie se ha tragado.
Al grito de «¡No a la censura!» y «¡Todos somos Carmen!», los ciudadanos levantaron pancartas exigiendo la reinstalación inmedaiata de la periodista y repudiando la «decisión» de la empresa que el domingo por la noche anunció la terminación del contrato con su conductora estelar.
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Más temprano, alrededor de las 13:00 horas, activistas denunciaron en Youtube que personal de la emisora intentó amedrentarlos y reprimirlos cuando se acercaron pacíficamente a las oficinas. Los jóvenes pretendían expresar su inconformidad con la empresa por el despido de su conductora favorita. Según los denunciantes, los empleados de MVS les cerraron las puertas de cristal y a través de ellos comenzaron a grabarlos, además de enviarles una patrulla de tránsito a intimidarlos.
En redes sociales, circuló la convocatoria a la protesta programada a las 18:00 horas del día de hoy, en la que algunos grupos presentaron miles de firmas recopiladas en las redes sociales para solicitar a la empresa de Joaquín Vargas la reincorporación de Carmen Aristegui y todo su equipo. Evidentemente, las «firmas virtuales» sirven aún menos que las reales.
Tras el anuncio del despido de Carmen Aristegui, la politóloga Denise Dresser anunció en Twitter su salida de MVS Radio. Le siguieron los académicos Lorenzo Meyer y Sergio Aguayo, integrantes de la mesa de análisis del noticiero junto con la doctora Dresser, así como el analista financiero Enrique Galván Ochoa y el escritor Mardonio Carballo, ambos colaboradores en el espacio de Carmen Aristegui.
La periodista denunció que su despido había sido planeado con mucho tiempo de anticipación, recursos y sobre todo mucho poder detrás de la decisión. También señaló que «emprenderá una batalla legal» para buscarle la cara al criminal Joaquín Vargas, servil a los peores asesinos de México, y lograr que la recontrate.
Con información de La Jornada. Foto: Proceso