México, 1 de mayo 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Muy cómodo y encerradito en Los Pinos –donde los mexicanos lo mantienen a él y a su numerosa «familia» viviendo a todo lujo– el asesino de Atenco y actual usurpador priista Enrique Peña Nieto, anunció a través de su cuenta en Twitter que «desarticulará al grupo responsable de los hechos violentos en Jalisco», como, según él, ha hecho con las demás «organizaciones del crimen organizado«.
El grupo delincuencial responsable de los hechos de hoy será desarticulado, como ocurre con las demás organizaciones del crimen organizado.
— Enrique Peña Nieto (@EPN) Mayo 2, 2015
Pese al brutal despliegue de fuerza por parte de criminales, que mantuvo paralizada la importante ciudad de Guadalajara durante buena parte del día, extendiendo la violencia desde Jalisco hasta Colima, Michoacán y Guanajuato, el usurpador no sacrificó sus vacaciones para dar la cara por el desastre que la inoperancia y complicidad de su régimen espurio está causando en el país.
Alrededor de las 9 de la mañana de este viernes, grupos criminales se movilizaron para instalar una serie de bloqueos alrededor de la ciudad de Guadalajara y zonas aledañas, desatando posteriormente una guerra sin cuartel contra «fuerzas federales» que mostraron su absoluta incapacidad frente al poderío –hasta ahora no mostrado– del narco.
Al menos 39 bloqueos con vehículos envueltos en llamas fueron colocados alredador de la zona metropolitana y otros veinte municipios aledaños. Gasolineras, sucursales bancarias y otros locales comerciales fueron incendiados, y hasta un helicóptero de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) fue derribado con saldo de 3 militares muertos.
La violencia se extendió a los estados vecinos de Colima, Michoacán y Guanajuato, donde los delincuentes también protagonizaron escaramuzas, narcobloqueos e incendios.
Hacia mediodía, el desgobernador priista de Jalisco Aristóteles Sandoval, dio un mensaje para informar sobre la situación, reportando un saldo oficial, aunque «variable», de siete personas muertas y al menos 19 heridos, sin precisar si las bajas fueron por parte de los delincuentes o las fuerzas de seguridad. Sandoval también confirmó las versiones que circulaban en redes sociales sobre la aeronave militar que fue derribada por sicarios, dejando 3 militares muertos y al resto de la tripulación –11 militares y dos policías federales– lesionados. Se reportaron otros tres elementos desaparecidos en este incidente.
Incapaz de dar la cara, Peña habría encomendado al priista de origen chino Miguel Ángel Osorio Chong, para que rindiera cuentas sobre esta severa crisis de violencia. No obstante, el descendiente de orientales tampoco se presentó al reporte federal que finalmente ofreció un empleado menor del régimen usurpador, Monte Alejandro Rubido, «comisionado nacional de seguridad», quien además no dijo nada diferente a lo emitido varias horas antes por Aristóteles Sandoval.
El desdén mostrado por el usurpador Peña Nieto frente a esta situación, al no dignarse siquiera a dar mensaje de viva voz –habría sido igualmente inútil– y limitándose a abordar el tema sólo por Twitter, acredita su cobardía, desinterés e indiferencia total respecto de las responsabilidades que usurpó, así como su complicidad absoluta en la violencia que tiene sumido al país en un baño de sangre.
«LA DESOBEDIENCIA CIVIL ES UN HONROSO DEBER CUANDO SE APLICA CONTRA LOS LADRONES DE LA ESPERANZA Y DE LA FELICIDAD DEL PUEBLO».
Con información de Proceso
