México, 25 de agosto 2015 (NOTIGODÍNEZ).- Y lo peor es que este negociazo con dinero público que hacen los criminales que se autonombran «gobierno», ha costado miles de vidas de mexicanos.
El diario La Jornada informó hoy que la violencia armada en México ha causado más de 80 mil muertes en los último cinco años, según datos de organizaciones civiles que participan en la «Primera Conferencia de los Estados Parte del Tratado sobre Comercio de Armas» (TCA por sus siglas en inglés), un tratado para «regular» el negocio internacional de asesinar.
Dichas organizaciones demandaron al régimen usurpador «proporcionar todos los datos del usuario final a los exportadores, con lo que podrían impedir que las armas y municiones importadas legalmente se desvíen a las manos de los criminales». Ah, claro. Le piden al mayor traficante de armas –el régimen usurpador– que informe todos los datos de sus clientes… que el asesino informe sobre sus delitos, ¿no?
«En los últimos nueve años, las fuerzas policiales mexicanas han informado de más de 17 mil armas de fuego que han sido reportadas como perdidas o robadas. Se trata de armas de fuego que entraron al país de manera legal, y ahora nadie sabe dónde están, por no hablar de la forma en que se están utilizando», señaló ingenuamente Paulina Arriaga, integrante de Desarma México.
¿Qué significa «armas perdidas o robadas»? Para los ingenuos o los descerebrados significa que «desaparecieron sin explicación». Para la gente con cerebro (y que además lo usa) significa que son los propios altos mandos y desfuncionarios del régimen quienes las venden y reparten al mercado negro, quedándose con el dinero. Es un negocio documentado en todo el mundo.
Por su parte, Sara San Martín del Centro de Estudios Ecuménicos, acusó que «en México, la proliferación de armas pequeñas y armas ligeras ha tenido consecuencias devastadoras y cobrado miles de vidas en los últimos años. Una mayor transparencia en la presentación de informes en el momento en armas y municiones que son importados, ayudará al gobierno a hacer un mejor seguimiento de los mismos, evitando que se desvíe y caiga en las manos equivocadas, con consecuencias terribles». Volvemos a la mismas incoherencias: pedirle al mayor traficante de armas que sea transparente e informe cómo, cuándo y dónde va a repartirlas ilegalmente, ¿verdad?
Los problemas de México se acabarán cuando dejemos de exigir estupideces y tomemos acción para sacar del poder a los verdaderos delincuentes que los están causando: la oligarquía rapaz y sus esbirros en las instituciones.
Durante esta primera conferencia del TCA, representantes de 121 países intentarán llegar a acuerdos para asegurar un «proceso eficaz de toma de decisiones por mayoría para todos los asuntos de procedimientos, de fondo y relativos a cuestiones económicas, sin que haya mecanismos de aplazamiento; garantizar la presentación de información completa, periódica y transparente que permita alcanzar la norma más alta posible, no el mínimo común denominador; asegurar que las organizaciones no gubernamentales que trabajan para asegurar la efectiva ejecución del TCA puedan participar plenamente en calidad de observadoras» y otros buenos deseos que, como en todos estos cónclaves internacionales, acaban sólo en simulación y tomadas de pelo, porque tanto el tráfico de armas como el de estupefacientes, son negocios controlados por los mismos oligarcas que de facto gobiernan este planeta.
Con información de La Jornada