México, 14 de diciembre 2015 (NOTIGODÍNEZ).- La trasnacional estadounidense Lexmark International Inc., que en México tiene plantas de ensamble de cartuchos para impresoras, despidió a un centenar de trabajadores que exigían un ajuste salarial de 114 a 120 pesos diarios, es decir, un aumento de seis pesotes.
De acuerdo con el portal Sinembargo, los trabajadores de una de las maquiladoras de Lexmark en Ciudad Juárez, Chihuahua, pretendían organizarse para formar un sindicato independiente que diera fuerza y certeza jurídica a su exigencia. No obstante, la empresa se adelantó y despidió a los firmantes de la iniciativa, echando con violencia de las instalaciones incluso a trabajadoras que no habían firmado el documento.
“Fui despedida el miércoles. En recursos humanos me dijeron que mi contrato estaba rescindido porque violé los códigos de conducta de la maquila, y que por favor abandonara la planta porque ya no pertenecía a Lexmark. En eso llegó un guardia y me aventó”, dijo a Sinembargo la obrera de 37 años Miriam Delgado, quien estuvo al servicio de la trasnacional durante cinco años y siete meses.
Un video entregado al portal Sinembargo, muestra a varias empleadas luego de que fueran echadas a empellones de la planta. Algunas lloran mientras sus compañeros explican que fueron sacadas de la empresa por haber apoyado a los obreros inconformes.
Susana Prieto Terrazas, abogada de los trabajadores, informó al citado medio que entre los casi 100 obreros despedidos, están los 78 firmantes de la solicitud de registro para crear un sindicato independiente, entregada el pasado 3 de noviembre a la Junta Local de Conciliación y Arbitraje.
Asimismo, informó que el movimiento obrero comenzó a gestarse desde octubre pasado, cuando más de mil 300 empleados se inconformaron por el incumplimiento de un aumento salarial que les correspondía al cumplir 5 años en la empresa. Dicho aumento, de 114 a 120 pesos, no les fue otorgado por la empresa con el pretexto de que «tenían que recertificarse».
Ante ello, los obreros decidieron organizarse para forzar a la empresa a cumplir sus compromisos. Fue a partir del 3 de noviembre, cuando firmaron la iniciativa de creación del sindicato, que «empezó el hostigamiento» por parte de Lexmark, a decir de las empleadas citadas por Sinembargo. Entre las acciones de acoso, mencionaron la contratación de nuevo personal con sueldo de 120 pesos desde un inicio, para irritar a los trabajadores inconformes y orillarles a desistir de su movimiento, entre otras acciones abusivas.
En respuesta, 700 trabajadores afectados decidieron ir a «paro técnico» –presentarse a las instalaciones sin laborar– el 7 y 8 de diciembre, pero la compañía logró neutralizar el movimiento convenciendo a los paristas de irse a su casa con el día pagado, evitando así que más empleados de la planta se unieran al paro.
“Hicieron paro técnico, todo el segundo turno; a las 3:30 de la tarde llegaron unos 700 empleados pero no arrancaron, y a las 5:40 los empezaron a evacuar, la empresa mandó llamar al transporte de personal, y sacaron a los trabajadores y les dijeron que les iban a pagar el día, pero que se fueran; esto, para que no se generalizara el movimiento. Al día siguiente, vuelven a parar y los vuelven a sacar a todos, pagándoles el día”, señala un testimonio citado por Sinembargo.
No obstante, la empresa ya tenía preparada la represalia. El jueves 9 de diciembre consumó el despido de los 78 firmantes de la solicitud de registro sindical, y dio la patada a otros tantos obreros que habían apoyado el paro.
«Fue una represalia. Fuimos 700 los que paramos las líneas porque nos están pagando un salario miserable; fue la injusticia por la que paramos las líneas”, dijo otra obrera entrevistada por el medio aquí citado.
“¿Por qué el gobierno permite esto, si somos los trabajadores los que sacamos adelante a Ciudad Juárez, con nuestra mano de obra, para ganar una miseria?”, cuestionó la entrevistada.
Yo le contesto: PORQUE ESO QUE LLAMAN «GOBIERNO» TAMBIÉN ESTÁ AL SERVICIO DE ESAS TRASNACIONALES CRIMINALES. EN REALIDAD NO EXISTE EL «GOBIERNO», LO QUE HAY ES UNA BOLA DE MAFIOSOS (EMPRESARIOS) CONTROLANDO A SICARIOS («GOBIERNO») PARA SOSTENER EL MONTAJE MAL LLAMADO «REPÚBLICA» QUE ESCLAVIZA A LOS MEXICANOS.
Confirmando lo que arriba afirmamos, la empleada narró una serie de abusos que ocurren en la planta contra los obreros, entre ellos, que se les exige una «meta» mínima de producción de 150 cartuchos por hora, y que si algún compañero se atrasa o no asiste a trabajar, se atrasan todos y nadie recibe el «bono de productividad» de 80 PESOTES a la semana.
Eso tiene un nombre: ESCLAVITUD.
Con información de Sinembargo
Que quemen la pinche fábrica!