Por Gerardo Fernández Noroña
(@fernandeznorona)
Me dicen que no critique la visita del señor Bergoglio alias el papa Francisco pues el pueblo mexicano es mayoritariamente católico.
Supongo que quienes me aconsejan eso querrían que hubiese ido al acto político disfrazado de misa para codearme con Peña y la señora Rivera, con Calderón y la señora Zavala, con Salinas y la señora Gerard, con Fox y Martita y con una larga lista de canallas que fueron sonrientes y con rostro beatífico a tomarse la foto con el señor Bergoglio.
Querrían que de manera oportunista e hipócrita me acercara al señor Bergoglio a darle un abrazo y un beso como lo hizo López Obrador.
Supongo que esperarían que eleve mis oraciones cuando cierran las calles, bloquean las avenidas y el aeropuerto, suspenden vuelos y el servicio de transporte para que el señor Bergoglio llegue a la Nunciatura apostólica después de cada mitin disfrazado de misa.
De seguro esperarían a que yo validara que el señor Bergoglio se reúne con los victimarios y nunca con las víctimas. Celebre el que el señor Bergolglio se tome la foto con asesinos peligrosos como Javier y César Duarte, con represores como Velasco y como el propio Peña.
Que me haga como que no percibo que ha rehuido darle la cara a las víctimas de los sacerdotes pederastas que protege el señor cardenal Norberto Rivera. Que apoye alegremente el «échenle ganas» con que ayer pretendió motivar al pueblo mexicano para salir adelante.
El problema es que dejé de ser creyente justo por esa hipocresía y esa podredumbre de la jerarquía católica. Bueno, dejé de ser creyente por algo más que eso. Pero mis críticas no están motivadas por una posición atea o por un jacobinismo trasnochado. No, simplemente están motivadas en el marco constitucional que establece en México un estado laico y que la visita del señor Bergoglio ha roto en mil pedazos.
El Estado laico no debe favorecer a ninguna religión y es evidente que durante estos días no sólo se ha favorecido sino que se ha financiado con miles de millones de pesos de dinero del pueblo la promoción y la visita del señor Bergoglio y de la fe católica.
Han manipulado la pobreza y la desesperanza de nuestro pueblo para desviar, con la visita el señor Bergoglio, la atención de los principales problemas y validar el actual estado de cosas existentes.
El señor Bergoglio vino a apoyar a Peña Nieto y a su pandilla de canallas que desgobiernan el país y lo ha hecho con absoluta dedicación y entrega.
Así que ustedes disculparán que no haga caso de sus consejos y que siga criticando esta farsa, esta manipulación y esta nueva puesta en escena en contra de los intereses del pueblo que la visita del señor Bergoglio, alias el papa Francisco representa.
Que entonces no seré candidato y menos presidente, pues mala tarde, si para ser presidente hay que renunciar a ser hombre libre, prefiero renunciar a ser presidente.
«El pueblo tiene derecho a vivir y a ser feliz»
México a 16 de febrero de 2016.
Estoy de acuerdo contigo, la visita de bergolio demuestra que el pueblo mexicano sigue dormido o no le interesa depertar, asi que seguiremos jodidos quien sabe cuanto tiempo.