México, 4 de abril 2016 (NOTIGODÍNEZ).- Aquí tienen, nuevamente, a los peores delincuentes de este país y la riqueza mal habida que acumulan a costa de embrutecer al pueblo de México, abusando de la concesión de un bien público que pertenece a todos los mexicanos: la señal abierta de televisión.
En el marco de la investigación periodística internacional denominada «Panama Papers» –los Documentos de Panamá–, la agencia Proceso reveló que Alfonso de Angoitia Noriega, vicepresidente Ejecutivo y presidente del Comité de Finanzas de Grupo Televisa, está gozando de los beneficios de enriquecerse en México y no pagar impuestos, al desviar el dinero hacia el paraíso fiscal de las Bahamas.
Según la investigación basada en los documentos a los que Proceso y otros medios tienen acceso, el cerebro financiero de Televisa y miembro de los llamados «cuatro fantásticos» de esa empresa –junto con Emilio Azcárraga, Bernardo Gómez y José Bastón– es propietario de una firma llamada Ucetel Incorporated, con capital estimado en 50 mil dólares.
Angoitia Noriega contrató al despacho Mossack Fonseca, involucrado en las mismas operaciones con gran cantidad de «altos personajes» en todo el mundo, incluyendo «políticos» mexicanos y empresarios vinculados al actual usurpador, Enrique Peña Nieto.
Proceso informó que representantes de Mossack Fonseca se aproximaron en dos ocasiones desde 2004 a los funcionarios de Televisa, para interesarlos en la adquisición de las empresas «offshore» que sirven para desviar grandes cantidades de dinero a paraísos fiscales. Fue hasta 2015 cuando el alto ejecutivo de Televisa se interesó y acordó la adquisición de Ucetel Incorporated.
Los documentos del Panama Papers incluyen el contrato que Angoitia firmó para Mossack Fonseca, en el que el «cliente» solicita que su nueva empresa actúe como “socia general de una LP canadiense”. Dichas LPs facilitan el registro de empresas sin generar obligaciones tributarias y fiscales a extranjeros. Asimismo, el ejecutivo de Televisa indicó que el dinero provenía de sus “ahorros personales de salarios y compensaciones”.
Tras ser consultado para explicar su versión sobre esta compra, Angoitia Noriega confirmó la existencia y propiedad de su empresa, pero aseguró que la adquisición fue pública y transparente, que la misma quedó inscrita a su nombre bajo el Registro Público de Bahamas, y que «se encuentra en pleno cumplimiento de las disposiciones fiscales que le son aplicables en México en relación con Ucetel”. Mintió.
En los registros públicos oficiales, no aparece el nombre del vicepresidente de Televisa como verdadero dueño de Ucetel. Mañosamente, Angoitia colocó a un fideicomiso de las Islas Vírgenes Británicas, “JTC Directors”, como director de la empresa. En ambos casos –Bahamas e Islas Vírgenes– el marco legal impide que se conozca públicamente a los dueños de compañías basadas en ambos países. Sólo la investigación del Panama Papers pudo exhibir los negocios millonarios del sujeto. De lo contrario, nadie se habría enterado.
Las Bahamas están clasificadas como paraíso fiscal en las listas del sistema fiscal de Estados Unidos (IRS) y de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). Según este organismo, los paraísos fiscales aplican pocos o nulos impuestos, carecen de efectividad para compartir información con otros gobiernos, presentan poca transparencia y no exigen a las compañías que comprueben sus actividades.
Con información de Proceso