“La economía mundial es la más eficiente expresión del crimen organizado. Los organismos internacionales que controlan la moneda, el comercio y el crédito practican el terrorismo contra los países pobres, y contra los pobres de todos los países”.
-Eduardo Galeano.
La Hidra Neoliberal
La familia Rockefeller, una dinastía petrolífera, industrial, inmobiliaria, banquera, política,… que amasó una de las fortunas más grandes nunca antes conocidas en la faz de la tierra, extendida dentro y fuera de las fronteras estadounidenses.
El imperio de la familia Rockefeller nació en el siglo XIX; siglo de la revolución industrial, la bestial expansión global de imperios y los “Robber baron”, término peyorativo utilizado para los magnates (como los Rockefeller), burgueses que se hicieron ricos utilizando métodos bélicos, corruptos e inhumanos sin pizca alguna de conciencia o compasión.
Rockefeller ha llegado a ser un apellido símbolo de dinastía capitalista, emblema de la avaricia más insaciable, del “altruismo” más farsante e inhumano. Y aquel “altruismo” de auto-veneración aún logra preservar una máscara con la cual se cubre.
Los Rockefeller son de los padrinos creadores del filantrocapitalismo.
La familia Rockefeller ascendió incurriendo en un sinfín de delitos de diversos tipos. Incluso uno de los inversionistas en la minera Cananea Consolidated Copper Company, establecida en Cananea, Sonora, México, y de cuya explotación y miserables condiciones de trabajo originó las manifestaciones de mineros mexicanos, y consecuentemente, en 1906, la matanza de Cananea (Huelga de Cananea) perpetrada por rangers estadounidenses, federales mexicanos y la infame firma de seguridad privada Pinkerton, era Rockefeller.
A tal punto llegó el monopolio petrolífero de Rockefeller que en 1911 la Suprema Corte de Justicia estadounidense ordenó la división de su imperio petrolífero en 34 empresas menores para romper con su competencia desleal -desde ese suceso los Rockefeller desarrollaron un fuerte resentimiento contra el gobierno-.
Pero si le cortas una cabeza a la hidra, más nacen de esta.
Los Rockefeller continuaron siendo accionistas y enriqueciéndose con las nuevas empresas. Algunas de esas fracciones nacidas son ExxonMobil y Chevron, que continúan ocasionando desastres naturales en el mundo. Chevron, por ejemplo, causó en Ecuador un desastre natural superior al que causó en 2010 la British Petroleum (BP) en el Golfo de México. EUA protege a la transnacional Chevron, que no sólo no se responsabilizó del desastre que hizo, sino que demandó a Ecuador y quiere que le pague “daños” por “incumplimiento de contrato”.
En 1913, Rockefeller, para limpiar su impúdica imagen y promoverse manipulando a la población, creó la Fundación Rockefeller. Así, camuflándose en la caridad, comenzó involucrándose en áreas como la educación, agricultura (agroindustria nociva) y medicina, aparentando obras caritativas de, por ejemplo, disminución de pobreza, prometiendo el American Dream o promoviendo el American Way of Life y llevando subrepticiamente la obscena visión de propaganda y guerra contra las masas.
En su propagación llevó consigo y fue impartiendo un modelo económico que aminoraba el modelo del capitalismo que comulgaba con el gobierno regulador, es decir, promoviendo un modelo capitalista que le quitaba poder al gobierno y le sumaba poder a las grandes empresas (el cual se concretó y llamó después Neoliberalismo; modelo parásito que conocemos, establecido hoy en día).
Al comienzo, la Fundación Rockefeller propagó el modelo patrocinando investigaciones en universidades estadounidenses, enfocadas en tácticas de shock, guerra mediática, mercadotecnia, persuasión social y monitoreo. También financió escuelas normalistas donde ideó y aplicó planes de estudios que excluían materias sociales como filosofía, literatura clásica y lengua inglesa –los graduados con ese sistema asocial llegaron a ocupar un tercio de las direcciones de las escuelas de los EUA.
El modelo les resultó exitoso.
Después ese modelo educativo asocial fue llevado a Latinoamérica. Ahí sirvió para medir, estudiar y adoctrinar a la población latinoamericana. Uno de los objetivos principales por lo que fue implementado era para buscar evitar a toda costa que los pueblos latinoamericanos recuperaran sus correspondientes recursos, tal como lo había hecho México con la expropiación petrolera, gracias a Lázaro Cárdenas y la población mexicana.
Con el sistema educativo ya establecido y prosperando, la Fundación Rockefeller atrajo y patrocinó al economista Fredrich Von Hayek, el padre de la doctrina neoliberal. Y posteriormente lo emplearon en la Universidad de Chicago, uno de los centros estudiantiles de adoctrinamiento más fuertes del modelo (de la Universidad de Chicago engendraron, por ejemplo, los infames “Chicago boys”).
Una de las visiones más bélicas y severas de la Fundación Rockefeller era su extremo clasismo y racismo (en buena parte inspirados por la historia de genocidio de indígenas en Estados Unidos). Por ende llegaron a realizar acciones tan crueles como la experimentación con humanos.
En la década de los veinte, la Fundación Rockefeller, asociada con otros burgueses (Henry Ford incluido) y universidades estadounidenses, desarrolló y llevó a cabo la “Eugenesia Negativa”, un programa genocida que buscó el exterminio y esterilización de la población considerada inferior. Por ejemplo, en el lapso de la Segunda Guerra Mundial se llevó a cabo en California la esterilización masiva de unas 60 mil personas. Asimismo esta idea fue adoptada y llevada a la práctica en Europa, en la Segunda Guerra Mundial, con el genocidio de millones de personas.
La Standard Oil de los Rockefeller abasteció de petróleo a la Alemania Nazi. La I.G. Farben (Bayer), socio de los Rockefeller y segundo accionista en la petrolera, suplió de gases venenosos a la Alemania Nazi para los campos de exterminio.
La Fundación Rockefeller financió la investigación eugenésica de Josef Mengele, el “investigador” nazi apodado “El Ángel de la Muerte” por sus monstruosos experimentos con humanos.
Hay varios ejemplos de los crueles actos de “control de población” y experimentación de humanos, enfocados en la población más pobre, que desarrolló la Fundación Rockefeller: Financió un programa de esterilización masiva en Colombia, el cual dejó estériles a 400 mil mujeres; en India promovió la esterilización ofreciendo casas a cambio de aceptar la esterilización (2 millones de mujeres y 6 millones de hombres fueron esterilizados); en Puerto Rico, estado satélite de los EUA, también se realizaron esterilizaciones masivas (alrededor de un tercio de las mujeres de clase trabajadora fueron esterilizadas); también en Puerto Rico, el Instituto Rockefeller para la Investigación Médica, buscando desarrollar armas biológicas, inyectó a pacientes con células cancerígenas, matándolos; en Guatemala experimentaron con humanos, infectando a guatemaltecos con enfermedades venéreas. Sus programas de eugenesia se extendieron desde Bangladesh hasta México.
Cabe señalar que un gran aliado de la Fundación Rockefeller en la eugenesia era el Banco Mundial (BM).
“Los ancianos viven demasiado y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, y ¡ya!”
–Christine Lagarde, actual Directora gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Asimismo el gobierno como los Estados Unidos de América utiliza aquel Caballo de Troya de falsa filantropía para enmascararse y establecer su dominio injerencista.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID por sus siglas en inglés), nacida en 1961 y establecida por la CIA, se creó para disfrazar las acciones bélicas y hegemonistas estadounidenses como “ayuda humanitaria”. Y sirvió para entrenar a gobiernos autoritaritas y sanguinarios, como los gestados por la Operación Cóndor de EUA, en materias como el espionaje, terrorismo, contrainsurgencia y tortura física y psicológica (Dilma Rousseff, presidenta legítima de Brasil, removida por un golpe de estado “suave” planeado por EUA, y “reemplazada” por Michel Temer, un informante de la CIA, fue torturada cruelmente en su juventud por personas engendradas de ese programa).
Un claro ejemplo: Después del golpe de estado de Indonesia en 1965, orquestado por la CIA, la USAID sirvió como máscara “humanitaria” para las actividades de la CIA. Mientras la antropóloga Ann Dunham Soetoro, miembro de USAID, daba clases a campesinos, su esposo, el coronel Lolo Soetoro, trabajador de la CIA, planeaba la logística del exterminio masivo de personas junto al gobierno golpista de Suharto. Se estima que entre medio millón y 3 millones de personas fueron asesinadas.
Ann Dunham Soetoro y Lolo Soetoro son la madre y el padrastro del actual presidente de los Estados Unidos de América, el carismático genocida Barack Obama.
¿A qué va esto?
Los Rockefeller, financieros y benefactores del padre del neoliberalismo, son sólo parte de la hidra neoliberal y están muy lejos de ser los únicos que disfrazan con “filantropía”, “caridad”, su vileza.
Este sistema depredador global se mantiene por medio de la farsa. Bien el arma predilecta de los oligopolios y monopolios es la manipulación masiva por medio de los medios de comunicación.
Así como la BBC inventa, con montajes, ataques químicos perpetrados por el gobierno sirio, así como Televisa miente y con demás medios desinformativos inventa desabasto en Oaxaca.
La inmensa mayoría de gobernantes de Estados Unidos están totalmente postrados ante los pies de la burguesía. Pues cómo no, si el soborno (llamado lobbying) es legal ahí, si los políticos no reciben dinero público para sus campañas políticas, las cuales son guerras mediáticas manipulativas, y se ven obligados a suplicarles por “donaciones” a los burgueses, los cuales se la dan con la condición de que instalen políticas a su favor (así como los organismos neoliberales FMI y BM lo hacen, al prestar dinero a los países, en el mundo), si incluso bastantes de esos políticos, desde chicos, ya estaban adoctrinados con el sistema neoliberal.
El adoctrinamiento en la educación con visiones antisociales y conservadoras está lejos de ser propio de los Rockefeller. El ITAM de Alberto Baillères, por ejemplo, es una de las bastantes instituciones adoctrinadoras tecnócratas y neoliberales que existen en México.
Es tan irracional el sistema neoliberal que en México las transnacionales mineras (la mayoría canadienses) pagan solamente de 5.08 a 111.27 pesos cada semestre para explotar una hectárea, de donde extraen oro o plata o cobre, etcétera. Del 2005 al 2010 las mineras transnacionales se llevaron cientos de miles de millones de pesos en valor y sólo dejaron en México un equivalente de 1.18% de los recursos obtenidos. Y mientras 13.7 millones de mexicanos carecen de agua, las mineras gastan 536.6 millones de metros cúbicos de agua por año. Asimismo las mineras han incumplido con contratos al no implementar tratadoras de agua, no tener concesión de los servicios ejidatarios y no tener consentimientos de las comunidades para los proyectos. Sus inmoralidades van de la utilización de cianuro para extraer oro, ocasionar enfermedades respiratorias y cutáneas, violaciones a derechos humanos, desastres naturales, abortos y bebés con malformaciones, a muertes por envenenamiento y asesinatos, utilizando sicarios. Las mineras trabajan inclusive con el narcotráfico; no hay que olvidar que hasta Ron McEwen, director ejecutivo de una minera canadiense y gran amigo del gobernador de Sinaloa, aseguró tener buenas relaciones con el narcotráfico o que el cártel La Familia en Michoacán abastecía de minerales, obtenidos ilegalmente, a una empresa china.
Y en el gran engaño, el usurpador Enrique Peña Nieto presume los empleos temporales y mal pagados que crean las mineras transnacionales en México. Es una locura.
¿Acaso no sería más redituable para los mexicanos que sacaran sus propios recursos, los procesaran para aumentar su valor, los conviertan en productos para aumentar aún más su valor, los vendieran y su utilidad fuese invertida en salud y educación (las 2 áreas más recortadas por Peña Nieto)? ¿Acaso no sería más económico que utilizaran sus propios recursos procesados para sí mismos? ¿Acaso no respetarían la tierra y las comunidades pues es su tierra y son sus hermanos?
“La alternativa al neoliberalismo se llama conciencia”
–José Saramago.
Con el neoliberalismo establecido una transnacional es capaz de establecerse en un paraíso fiscal para pagar menos impuestos y ocultar su dinero, saquear los recursos de un país que los deja casi gratis y tiene laxas leyes ambientales, explotar la mano de obra barata de un país con salarios miserables y laxas leyes laborales, vender sus productos en un país de libertinaje comercial a precios baratos (conseguidos por la explotación) para quebrar la competición local y, ya cuando eliminaron a las competencias, después subir sus precios a consumidores que prácticamente se ven obligados a comprarles, casi imposibilitando el surgimiento de competidores al acaparar a todos los proveedores de la región, los cuales, con el tiempo, también pueden ser eliminados.
Agréguesele a esto las privatizaciones; convertir las riquezas nacionales en propiedad privada. Y claro, para hacer esto necesitan engañar.
México se ha convertido en un paraíso para las transnacionales, con sus contra-reformas que son un retroceso histórico y permiten empleos de hojalata, recursos naturales baratos e instituciones ambientales ineficientes, una apertura al libertinaje comercial que les abre las puertas a transnacionales criminales tanto del sector industrial como el comercial, más una sistemática corrupción e impunidad que ofrecen oportunidad de romper el marco legal y evitar sanciones.
Especialmente las dos usurpaciones recientes a la presidencia mexicana han generado una caótica atmósfera más cruda que cualquier dictadura latinoamericana en la historia e incluso más que la guerra de Iraq y Afganistán juntas, puesto que el desgobierno en crisis, criminal en sí, lucha para establecer su ilegitimidad reprimiendo a la población, creando una red de corrupción, complicidades e impunidad y cediendo más paso al neoliberalismo e imposiciones exteriores.
Y entonces, con una economía y política derrumbándose, el desgobierno acude más al FMI, el cual le concede más créditos exigiéndole más ajustes neoliberales, como el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP por sus siglas en inglés).
Es una espiral descendente.
La mal llamada “reforma educativa” es apenas un pequeña parte de las imposiciones neoliberales. Y el desgobierno ilegítimo se ve obligado, para mantenerse, por las fuerzas exteriores que lo solapan (como EUA que, aunque ridiculicen al usurpador, lo escudan), a implementarla a fuego y sangre.
No es coincidencia que Peña Nieto busque un podio internacional cada vez que sucede algo que atente contra su usurpación, como el hecho de que un infame criminal se “fugue” o suceda una masacre perpetrada por el desgobierno y un levantamiento social.
Y uno no puede cansarse en decir que políticos bien intencionados erran al tratar de comulgar con el desgobierno y redes burguesas que se extienden hasta a lo internacional. Erran grandemente al prometer un profundo cambio hecho por sí mismos. Es el pecado de la ingenuidad.
La descomposición es tan grave que sólo el pueblo mismo, unido y sin violencia, es el que tiene que hacer el cambio. Y así comenzaría a penas su lucha contra la hidra neoliberal.
Cabe decir que lo planteado es constitucional.
Artículo 136 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos:
Esta constitución no perderá su fuerza y vigor, aun cuando por alguna rebelión se interrumpa su observancia. En caso de que por cualquier trastorno público se establezca un gobierno contrario a los principios que ella sanciona, tan luego como el pueblo recobre su libertad, se establecerá su observancia, y con arreglo a ella y a las leyes que en su virtud se hubieren expedido, serán juzgados, así los que hubieren figurado en el gobierno emanado de la rebelión, como los que hubieren cooperado a esta.
Reflexionen: ¿Quién crea el círculo de corrupción, impunidad? ¿Quién establece “reformas” que atentan contra las mismas garantías que la constitución protege? ¿Quién ha usurpado el poder? ¿Quiénes deben recobrar su libertad? ¿Quién debe ser juzgado?
Comandante Haza. México, 16 de julio 2016
Con agradecimiento a @exosapiens