México, 26 de junio 2017 (NOTIGODÍNEZ).- En medio de la barbarie por la matanza de periodistas, los escándalos de espionaje y el acoso permanente a la libertad de expresión en el actual espuriato, el asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, celebró hoy el «segundo aniversario» de la contrarreforma a la Ley Federal de Telecomunicaciones.
Ante sus jefes oligarcas, artífices y únicos beneficiarios de dicha contrarreforma, Peña presumió los «avances» de esa implementación y, por supuesto, calló sobre los 38 periodistas asesinados en lo que va de su espuriato sangriento; tampoco mencionó las revelaciones del espionaje que lleva a cabo sobre activistas y defensores de derechos humanos.
En su mensaje, el asesino de Atenco otorgó un amplio reconocimiento a los empresarios del sector y lisonjeó los supuestos «resultados» de su contrarreforma, entre ellos la «apertura» del mercado de las telecomunicaciones a empresarios extranjeros, con la venia de los dueños originales en México -Carlos Slim, Televisa y TV Azteca-, que simulan competir entre sí cuando en realidad son socios en el gran negocio de embrutecer a los mexicanos.
Mientras tanto, la Procuraduría de Michoacán dio a conocer el hallazgo de restos calcinados que pertenecían al periodista Salvador Adame Prado, secuestrado el pasado 18 de mayo en el municipio de Múgica, Michoacán.
Adame era director de Canal 6 Media TV. Su cuerpo fue hallado el pasado 14 de junio pero hasta ahora se confirmó la identidad del occiso.
De esta manera, Salvador Adame se convirtió en el octavo periodista asesinado en lo que va del año, y el número 38 en el actual régimen usurpador.
El pasado 19 de junio, el diario estadounidense The New York Times reveló que el régimen usurpador de Peña Nieto, ha utilizado un software denominado Pegasus -adquirido en 2011 por su antecesor, también espurio, Felipe Calderón Hinojosa- para espiar las comunicaciones privadas de activistas y periodistas.
Entre los trabajadores de medios espiados por el régimen peñista, según el reportaje del citado diario, se encuentra Carmen Aristegui Flores, la periodista en noviembre de 2014 destapó el monstruoso escándalo de la Casa Blanca, entregada al usurpador a cambio de contratos millonarios para la constructora Grupo Higa. Peña llegó al extremo de espiar incluso las comunicaciones del hijo de ella, Emilio, que en aquel entonces tenía sólo 16 años de edad.
Sobre estas acusaciones, el asesino de Atenco se pronunció la semana pasada lanzando una clara amenaza contra quienes revelaron y denunciaron sus actos de espionaje.
Con información de Proceso