México, 14 de octubre 2017 (NOTIGODÍNEZ).- La visita a nuestro país del primer ministro de Canadá, Justin Trudeau, acabó en un grotesco circo de lambisconería, frivolidad, malinchismo y sumisión descarada ante el visitante extranjero, por parte de los criminales mexicanos que usurpan las instituciones de este país.
Ayer viernes, tras la visita de Trudeau al antro de vicio que se hace llamar «senado de la república», un grupo de integrantes femeninas del PRI y AN que ocupan escaños en esa cámara usurpada, se arremolinaron tras el sujeto para… ¿reclamar el saqueo de las mineras y otras empresas canadienses en México? ¿Reprochar su complicidad con Estados Unidos en las abusivas negociaciones trilaterales del «Tratado de Libre Comercio» (TLCAN) que tanto han dañado a nuestro país? No. Lo acosaron y persiguieron para… «tomarse una selfie».
La víspera, el asesino de Atenco y actual usurpador, Enrique Peña Nieto, recibió con honores al mandatario canadiense en una ceremonia que fue criticada por la excesiva reverencia que se le prodigó al visitante.
Nadie entre esa mafia tuvo el valor de hacer el mínimo señalamiento al representante de voraz oligarquía canadiense. Pero eso sí, no faltó quien aplaudiera su derroche de simulación cuando exigió, como parte de la «modernización» del TLCAN, que se mejoren las condiciones salariales de los esclavos mexicanos para que evitar que la presión social siga aumentando en la olla a punto de explotar que es México.
En tanto, la Red Mexicana de Afectados por la Minería (REMA) exigió poner fin a la protección que otorga el gobierno de Canadá a las empresas extractivas de su país que han invadido y saqueado poblaciones de la Sierra Norte de Puebla, entre otros lugares de México.
De acuerdo con el portal Municipios Puebla, REMA señaló que el gobierno canadiense se ha dedicado a sabotear el turismo de su país hacia el nuestro, pero en cambio fomenta las actividades de los consorcios mineros que acumulan sus riquezas a través del despojo y la constante violación a los derechos humanos de las comunidades indígenas y campesinas mexicanas.
En el marco de la visita de Trudeau y las negociaciones del TLCAN, la organización recordó que Canadá es principal invasor extranjero minero en México. De ahí proviene el 65 por ciento de las empresas extranjeras de ese sector que hay en nuestro país y su influencia es tal que han promovido contrarreformas ilegales para facilitar su saqueo, evadir la restitución de daños, pago de impuestos y de plano suprimir cualquier aspecto que afecte sus ganancias.
Asimismo, acusó que las violaciones de las empresas canadienses son constantes, repetitivas y siempre apuntan por lo menos en contra de los derechos humanos al territorio, a la propiedad, al medio ambiente sano, a la participación, a la consulta y el consentimiento, a la legalidad y seguridad jurídica.
En abril de 2015, la minera canadiense McEwen Mining que opera en Sinaloa, confesó que «mantiene una buena relación con el narco» para poder saquear oro en las zonas donde hay cárteles activos.
Con información de Municipios Puebla