José Juan Reyes
El Economista
Algunos de los testimonios recabados por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos señalan la complicidad de elementos policiacos y personal del Instituto Nacional de Migración con la delincuencia, pues en algunos casos los entregan, en otros implementan acciones para que sean capturados y secuestrados.
“Ahí en Tabasco, en Tenosique, desde un puente que se llama Boca del Cerro, pude ver a las policías y migración simulando operativos, pero sólo empujan a la gente a los puntos en los que ya los están esperando los secuestradores. Ahí también están involucrados los maquinistas con los secuestradores”, relata uno de los testimonios.
Durante la charla el migrante (de quien omiten nombre y origen) asegura que ha intentado cruzar territorio mexicano e internarse a los Estados Unidos. En los trayectos le ha tocado ver “muchas cosas”.
“En Palenque pasan muchas cosas y en Coatzacoalcos y Medias Aguas. Sin embargo, el punto más crítico está en Tierra Blanca. Ahí hay un supuesto comedor al lado de las vías, ahí me secuestraron”.
En ese punto los migrantes esperan el tren para dirigirse a Orizaba. En el sitio hay un comedor. Invitan a las personas a tomar alimentos. Cuando comen llegan personas armadas, a bordo de camionetas, y los secuestran.
“Ahí en ese comedor había uno al que le dicen El Chilango, su misión era ubicar al que anda con dinero o es extranjero para secuestrarlo. Esa vez había mucha gente ahí secuestrada, no sé cuántos éramos porque tenía los ojos vendados.
“Andan unos gordos ahí. Me tuvieron cuatro días secuestrado. Me golpeaban. Le subían a la música mientras nos golpeaban para que no se escuchara”.
El procedimiento consiste en secuestrarlos y obligarlos a proporcionar números telefónicos de familiares, a quienes les exigen dinero a cabo de la liberación. “Me golpeaban con una tabla en la espalda y en el pecho para que diera los teléfonos”.
Para inhibir la denuncia les dicen a los secuestrados que ellos tienen plazas compradas en las corporaciones policiacas municipal y estatal.
EL TREN SE DETIENE
La CNDH tiene varios testimonios de los migrantes en el sentido de que el tren disminuye la velocidad ante una señal, con las luces de una camioneta. “El tren disminuyó la velocidad en donde había una intersección con unas calles, ahí había una camioneta blanca del año, con un hombre que traía una gran pistola. Le hizo como unas señales al maquinista con las luces de la camioneta y más adelante fue cuando el tren se paró”.
Al punto llegaron más camionetas, “se veían buenas camionetas y nuevas”, todas con personas armadas.
“Se llevaron a más de sesenta, yo estaba en el vagón que está justo detrás de la máquina, ahí me tocó ver todo, yo ya sabía que eran los Zetas. Me eché a correr, me fui. ¿Qué podía hacer yo? ¿Quedarme ahí para que me maten también? Eran como seis hombres bien armados los que se bajaron y estuvieron ahí secuestrando gente, bajándolos del tren”.
El argumento es que la travesía no es por gusto sino por necesidad. “Tengo dos hijos, estoy haciendo este viaje porque no tengo dinero, ni oportunidades para un buen trabajo.
“Nosotros sólo queremos pasar, estamos hartos de esta bola de mal nacidos que sacan dinero de nosotros los pobres. Yo, la verdad, es que lloré.
“Sólo mis respetos para los soldados de aquí, esa gente no se vende, como los malditos maquinistas. Qué casualidad, frenan justo cuando nos van a secuestrar”.
PIDEN DOCUMENTACIÓN PROVICIONAL PARA MENORES DE EDAD
Las senadoras panistas Gabriela Cuevas y Adriana Dávila presentarán una iniciativa ante la Comisión Permanente del Congreso de la Unión para que menores migrantes no acompañados sean documentados de manera cautelar como “visitantes por razones humanitarias”.
Cuevas Barrón explicó que la reforma a la Ley de Migración propone que los menores adquieran el documento por un máximo de cuatro meses y cuando concluya el lapso podrán cambiar de condición sin tener que salir del país. (Tania Rosas)